Durango

La Policía también necesita tratamiento postraumático

Los hechos de violencia también afectan a los elementos de seguridad pública. Hay casos de personas que han tenido que someterse a tratamiento.

Los hechos de violencia también afectan a los elementos de seguridad pública. Hay casos de personas que han tenido que someterse a tratamiento.

Afectación

En el caso de los estudiantes, se han reportado casos de niños que ya no quieren ir a la escuela por temor a la violencia.

Durango. Los estudiantes y policías que se han visto afectados por atestiguar o vivir de cerca una situación de violencia son objeto de tratamiento por estrés postraumático, pues incluso hay casos reportados de niños que no quieren ya asistir a la escuela por temor, indicó Martha Palencia, directora del Instituto de Salud Mental.

La entrevistada mencionó que se ha buscado avisar a la ciudadanía cuáles son los síntomas del estrés postraumático y a la vez se trabaja en algunos planteles educativos, con la finalidad de que estos casos no se queden sin la debida atención.

Se realizan talleres de control de estrés no sólo para estudiantes, sino también para policías que por ejemplo han vivido la pérdida de algún compañero o algún otro hecho violento de tal manera que aprendan a manejar las secuelas de dicha experiencia traumática y no lo lleven a su familia.

Dijo que en el caso de los uniformados, a veces viven situaciones terribles y a su vez los transmiten a su esposas e hijos, situación que crea un entorno familiar difícil.

Conversaciones peligrosas.-

En el caso de los niños, muchas veces sufren una afectación psicológica causada por las conversaciones que escuchan de los adultos en el sentido de que “ya lo encontraron sin cabeza y situaciones similares”.

Eso, para un menor, ya pasa de ser un cuento a una cruda realidad y cuando lo escucha del maestro, la tía o el papá, por poner un ejemplo, como esta gente tiene jerarquías importantes dentro de su vida, ello les causa un sentimiento de vulnerabilidad.

“Hemos tenido casos reportados de niños que no quieren ir a las escuelas por malas experiencias relacionadas con la violencia”.

Un mal social.- La violencia afecta a todos los niveles y edades, es una de las enfermedades principales que daña de forma considerable a la salud de las personas, comentó la Directora del Instituto de Salud Mental.

Mencionó que el Instituto está trabajando en tres rubros principales: la violencia, adicciones, además de la depresión y el suicidio.

“Sabemos que la violencia que se vive en el mundo, en México y de la cual Durango no está exento, afecta también a los niños, pero es importante mencionar que desafortunadamente las películas y programas televisivos con este tipo de contenido ejercen mucha influencia sobre ellos y lo mismo ocurre con los videojuegos”, argumentó la entrevistada.

Daniel Estrada Ortiz | El Siglo de Durango

Mal de raíz

“Infancia es destino”, es decir, si en la niñez se aprende a vivir con violencia, por ende esto se reproducirá cuando lleguemos a adultos porque hay que recordar que los genes se reproducen y en los niños su cadena genética no está cerrada.

Martha Palencia, directora del Instituto de Salud Mental, dijo que en los infantes su cadena aún está abierta a males; por citar un ejemplo, dijo que el humo del tabaco es causante de las mutaciones de ciertos genes, lo que causa tumores cerebrales.

Así, un niño expuesto a violencia es vulnerable también a mutaciones, pues las células tienen memoria y éstas van a reproducir lo que adquirieron en los primeros años de vida.

Un ejemplo de ello es cuando los niños han sufrido algún tipo de abuso físico, ya que en la edad adulta son sujetos a cometer lo que ellos padecieron y lo hacen en su mayoría de forma inconsciente.

En los matrimonios actuales ocurre lo mismo: las parejas discuten porque eso vieron de sus padres durante la infancia.

Datos

Se realizan talleres de control de estrés no sólo para estudiantes, sino también para policías que por ejemplo han vivido la pérdida de algún compañero o algún otro hecho violento de tal manera que aprendan a manejar las secuelas de dicha experiencia traumática.

Escuchar habñar de violencia para un menor, por parte del maestro, la tía o el papá pasa de ser un cuento a una cruda realidad y como esta gente tiene jerarquías importantes dentro de su vida, ello les causa un sentimiento de vulnerabilidad.

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