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La Princesa Guerrera

Genaro Lozano

Es la integrante del Gabinete de Bush con los índices de aprobación más favorables y tal vez la mujer afroamericana más poderosa del mundo, después de Oprah Winfrey. En las últimas semanas se ha especulado sobre la posibilidad de que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, sea invitada a integrarse como vicepresidenta en la campaña del republicano John McCain.

La idea no es descabellada, pero tampoco parece ser muy factible por varias razones. Sin duda, Condoleezza, la “Princesa Guerrera”, como la llamaban sus asistentes en el Consejo de Seguridad Nacional, es una figura popular en la política estadounidense. De acuerdo con una encuesta del Pew Research, la actual secretaria de Estado goza de un índice de aprobación del 56% entre la población en general, el doble del bajo 28% de su jefe, el presidente Bush.

Fina, elegante, atlética y altamente preparada, Rice tiene un currículo impresionante. Su nombre se deriva del italiano, con dolcezza (con dulzura), debido al gusto por la música clásica que le inculcaron sus padres. Aficionada al piano y al deporte, ha dado recitales clásicos y se ha reportado que tiene una corredora eléctrica en su oficina, Rice es además doctora en Ciencia Política con una trayectoria de servicio público que data de los años setenta y con una carrera académica, bajo la que sirvió como profesora y como rectora de la prestigiosa Universidad de Stanford, en los años noventa.

Por su trayectoria pública y por su popularidad sería lógico que McCain la invitara a su campaña. Aunado a ello, elegir a la diplomática como vicepresidenta podría inyectarle vida a la campaña presidencial republicana, sobre todo ante la histórica posibilidad de que la candidatura demócrata sea ocupada por un afroamericano o por una mujer.

Sin embargo, la fórmula McCain-Rice presenta serios dilemas. En primer lugar, McCain no goza de las simpatías del sector más conservador de su partido, en donde el senador es visto como un republicano liberal, cuyas credenciales anti-aborto y anti-derechos de homosexuales no son del todo sólidas. Lo mismo sucede con la secretaria Rice.

El 11 de octubre de 2006, en una ceremonia íntima en el Departamento de Estado, a la que acudió la primera dama Laura Bush, la secretaria Rice tomó la protesta de Mark Dybul como el coordinador de los esfuerzos estadounidenses para combatir el VIH-Sida en el mundo. La foto de la ceremonia pronto circuló en la Red. En ella, Jason Claire, pareja amorosa de Dybul, sostiene la Biblia, mientras el nuevo embajador rinde protesta. De esa ceremonia también trascendió que Rice reconoció en público a la pareja de Dybul y que le permitió participar en la ceremonia. Al mismo tiempo, sobre el aborto, el estratega Dick Morris califica a la afroamericana como una defensora moderada del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.

Más allá de si Rice es proaborto y gay friendly, sobre su vida privada se sabe muy poco. Cuando fue nombrada secretaria de Estado algunos medios realizaron perfiles periodísticos sobre la diplomática. Lo que casi todas destacaron fue su cercanía con el presidente Bush, su adicción al trabajo y su disciplina para los deportes. Sin embargo, de su vida privada, fuera del círculo cercano al presidente, se sabe poco. A sus 53 años, la doctora Rice es soltera y no se le conocen relaciones amorosas. Algunos blogs han especulado sobre la relación de Condi con la cineasta Randy Bean, pero nada se ha confirmado.

Si bien los medios más serios han respetado la vida privada de la diplomática, lo cierto es que si se integra a la campaña de McCain, tal cortesía terminaría. Dejando de lado la vida privada de Rice, tal vez el principal factor en contra de su candidatura es su cercanía con Bush. Integrarla a la campaña republicana sólo reforzaría el mantra demócrata de que una Presidencia de McCain equivale a otros cuatro años de Bush, y ante la baja popularidad del presidente, eso es justo lo que el aspirante presidencial republicano debe evitar en noviembre. Por ello, la “Princesa Guerrera” tal vez sí regrese a California, como afirma, y McCain tendrá que seguir buscando..,

Politólogo e Internacionalista

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