El robo ocurrió en la sucursal de Banorte ubicada en el sector residencial de la calzada Saltillo 400 y Paseo de los Calvos en el Campestre La Rosita, cerca del bulevar Diagonal de Las Fuentes.
Realizan un boquete en la azotea y aunque la Policía acudió a verificar, no observó anomalías en el local.
Casi como en las películas hollywoodenses, un grupo de ladrones hizo un boquete en la azotea de un banco y a pesar de que se activó la alarma de seguridad, ninguna corporación policiaca vio nada extraño al interior y calificaron inicialmente el reporte como una falsa alarma.
El robo que se estima millonario ocurrió en la sucursal de Banorte ubicada en el sector residencial de la calzada Saltillo 400 y Paseo de los Calvos en el Campestre La Rosita, cerca del bulevar Diagonal de Las Fuentes.
A las 4:00 horas del viernes se activó la alarma en la sucursal bancaria y agentes de Seguridad Pública, de la Policía Ministerial y de la Policía Preventiva del Estado (PPE), acudieron al lugar y constataron que no había nada fuera de lo normal.
Fue hasta que el gerente del banco llegó a su centro de trabajo y abrió la bóveda que se dio cuenta de lo que hasta el momento parece el robo perfecto, ya que no quedó nada de efectivo en el lugar.
De inmediato, pero con sigilo se dio aviso a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC) que envió a su personal, agente del Ministerio Público, Policía Ministerial y Servicios Periciales para que iniciaran la investigación y trataran de recabar todas las pruebas posibles. Personal de la Policía Federal también acudió posteriormente al lugar.
Un letrero alertaba a los clientes del banco que iban a realizar trámites que optaran por ir a la sucursal más cercana, en este caso la ubicada en bulevar Revolución y Saltillo 400, ya que las oficinas permanecerían cerradas sólo por el día viernes.
Dentro del banco se observó a dos ejecutivos y dos cajeras que colaboraban con la investigación de las autoridades y que todavía no podían salir de su asombro.
Fuentes policiacas mencionaron que la endeble estructura del banco fue un elemento determinante para que los ladrones, que contaban con información privilegiada, pudieran cometer el ilícito con facilidad.
Una versión señala que por los ductos de la refrigeración pudieron entrar los ladrones a robar y que lograron esconderse a tiempo para evitar que los cuerpos policiacos los detectaran en plena acción para luego retirarse con el cuantioso botín sin mayor problema.
