Una llanta ponchada al salir de un banco puede ser señal de que se convertirá en víctima de un robo o asalto. Por eso se recomienda que al cambiar la llanta de su auto solicite la presencia de una patrulla de Seguridad Pública, para inhibir este tipo de delitos.
Alertan autoridades a ciudadanos sobre esta nueva modalidad de robo afuera de las instituciones financieras.
La banda de ladrones de “la llanta ponchada” volvió a la región luego de un año y ya sorprendió la semana pasada al cliente de un banco que retiró 60 mil pesos y al abordar su auto se dio cuenta que la llanta estaba baja, al revisar el daño un sujeto se acercó al auto y “le retiró” el efectivo para huir en otro auto.
Fue en mayo de 2007 cuando se detectó esta nueva modalidad de robo que, luego de su difusión, bajó, pero ahora resurge. Nelson Lozada Ramírez, director de la Unidad de Protección Civil de Torreón, alertó sobre la modalidad que ahora están aplicando los asaltantes, quienes observan a las personas que salen de un banco con fuertes cantidades de dinero y buscan la forma de aproximarse.
El funcionario municipal explicó que una vez ubicada la persona dentro de la sucursal bancaria, también se ubica su vehículo y uno de los ladrones procede a sacarle el aire o de plano poncharle una llanta, para distraer la atención de su víctima, que por instinto relaja su protección por el dinero y se canaliza al nuevo problema.
Por eso se recomienda verificar el estado de las llantas al salir de un banco ya que puede ocurrir que la víctima no se percate que tiene una llanta inservible y encienda su vehículo, pero son algunos metros los que puede avanzar sin darse cuenta o sin que un tercero le avise de su situación desde otro vehículo en movimiento.
Al detener la marcha para percatarse del daño se analiza si se va a cambiar la llanta o mejor la lleva a vulcanizar al lugar más cercano. En ambos casos, los ladrones ya están esperando y para ellos es más fácil cuando hay iniciativa de su víctima y decide sustituir la llanta, a veces dejando abierta la puerta de su vehículo.
La primera modalidad de los ladrones es acercarse, abrir la puerta del auto o camioneta y salir corriendo, la segunda es esperar a que se acerque el conductor y bajo amenaza exigen la entrega del dinero, los más osados encaran al conductor que está cambiando la llanta y hacen la misma exigencia.
Fue a mediados de mayo de 2007 cuando al empleado de una constructora le robaron un maletín de 97 mil pesos en efectivo, que acababa de sacar de un banco en Constitución y Colón y se dio cuenta que tenía la llanta de su vehículo ponchada. Al ir a una vulcanizadora, en un momento de distracción le quebraron el vidrio de una puerta y le robaron el dinero.
Ante el regreso de estos ladrones de “la llanta ponchada”, Nelson Lozada recomienda a la ciudadanía extremar precauciones y en el caso de darse cuenta que su vehículo sufrió un daño en una llanta afuera de una sucursal bancaria, es mejor pedir ayuda a una patrulla de Seguridad Pública, para con su presencia inhibir a los ladrones, mientras se sustituye la llanta, que es el pretexto para ser víctima de un asalto.
Modus operandi
Para distraer la atención de su víctima, una banda de ladrones que vuelve a operar en la
región, opta por ponchar la llanta del vehículo de su víctima y mantenerse observando,
por lo cual se debe tener cuidado ya que ellos esperan:
- Cuando el conductor detiene la marcha para percatarse del daño y decide repararlo él mismo.
-También están atentos si la lleva a vulcanizar al lugar más cercano.
-Con la “guardia baja” los ladrones abren la puerta del auto o camioneta y salen corriendo.
- Eperan a que se acerque el conductor y bajo amenaza exigen la entrega del dinero.
-Encaran al conductor que esta cambiando la llanta y lo asaltan.
FUENTE: Unidad de Protección Civil
