Un joven emprendedor de origen togolés que a los 31 años ha creado un refresco que encarna la lucha vital de un negro criado por su madre que llegó a la presidencia de Estados Unidos. (EFE)
La Obama Soda, una bebida energética con 250 mililitros de sueño americano y diversidad racial, nace en los suburbios de París para sensibilizar a la gente aprovechando el tirón del próximo inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama.
"Nuestro objetivo es sensibilizar a la gente de los barrios con el ejemplo increíble de Obama", dice a Jean-Jacques Attisso, un joven emprendedor de origen togolés que a los 31 años ha creado un refresco que encarna la lucha vital de un negro criado por su madre que llegó a la presidencia de Estados Unidos.
La empresa Goodcoom, que dirige Attisso, organizará en enero una subasta en La Courneuve, a las afueras de París, en la que esperan que participen políticos locales, instituciones y empresas.
Allí se venderá una serie limitada de 100 latas con las que quieren trasladar un doble mensaje: a las empresas, que existen perfiles de "diferentes colores" que pueden tener éxito profesional; y a la gente, que el éxito tiene un gran componente de responsabilidad personal.
Ese mismo mes, al otro lado del Atlántico, será investido presidente de los Estados Unidos Obama, un hombre de 47 años y formas sosegadas que se convertirá en el primer negro en ocupar ese cargo y que encarna como nadie el sueño de reconciliación en un país con profundas heridas raciales.
El envase, un cilindro alargado y metálico de color rojo en la parte superior y azul en la inferior, muestra en el centro el perfil de Obama y, sobre el mismo, el lema "Change we can believe in" ("un cambio en el que podemos creer"), uno de los eslóganes de campaña del que fue candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos.
"Le he llamado pero no me ha respondido", ironiza Attisso, al preguntarle si ha solicitado el permiso de Obama para su proyecto.
Afirma que si pudiera "le ofrecería una lata, para decirle que representa un mensaje de esperanza para todo el mundo".
"Obama es un personaje atípico. Pocos políticos han fascinado a tanta gente", comenta este apasionado de la figura del nuevo presidente de EEUU, del que dice que tiene parte del destello atlético de Michael Jordan, algo del carisma del ex boxeador Mohamed Alí y un arte en el discurso digno de Martin Luther King.
En los barrios "se puede ver a gente con gorras y camisetas de Obama. Nunca antes había visto algo así. Nunca vi a nadie (en los suburbios de París) con una camiseta de George W. Bush", comenta Attisso.