Las enloquece Joan Sebastian

Por Aldo Magallanes Favero

El Siglo de Torreón

TORREÓN, COAH.- No estaba Matías Vuoso, Oswaldo Sánchez ni Daniel “El Hachita” Ludueña, sin embargo, El Estadio Corona se encontraba repleto.

¿Y quién logró tal hazaña? Ni más ni menos que Joan Sebastian, pues su presencia y talento lograron convocar a 18 mil madres laguneras que acudieron al recinto deportivo para cantar junto a su ídolo en este evento organizado por el Gobierno del Estado de Coahuila a través de la Secretaría de Desarrollo Regional.

Desde las primeras horas de la tarde del jueves ocho de mayo cientos de mamás comenzaron a llegar al concierto por los distintos accesos al Estadio, como la señora Antonia Gutiérrez de López, quien dijo muy contenta a esta casa editora que, “Joan es el único cantante que admiro, por eso vine junto con mi hija, no podíamos perdernos este conciertazo y más siendo gratis”.

Dieron las 9:00 de la noche y los primeros en salir al escenario fueron sus 26 acompañantes (cuatro coristas y 22 músicos), los gritos no se hicieron esperar cuando Joan Sebastian, portando una camisa blanca con un saco verde pistache y pantalón negro, hizo su arribo y se escucharon más fuertes cuando entonó Tatuajes, su carta de presentación de la noche.

“¿Cómo están?, con todo mi amor para las madres de Coahuila, de Torreón, ahí les va Madrecita Mía”, este fue su saludo inicial que sirvió para que ofreciera la melodía Amorcito Mío, adecuándola para la ocasión como Madrecita Mía.

Continuó con Hasta que Amanezca, Veinticinco Rosas y Me Gustas. En el rostro de las invitadas se dibujaba una gran alegría mientras que coreaban de principio a fin los temas del cantautor. Y aunque no estaba Vicente Fernández, pero aprovechando que es el compositor de Para Siempre y Estos Celos, regaló con su voz ambas piezas provocando uno que otro suspiro.

“Ahora resulta que ya casi se acaban las gorditas, pero por qué hombre, si a mi me gustan chaparritas, gorditas...así las quiero, oigan déjenlas comer vale más gorditas felices que amargadas”. Vaya que con estas palabras muchas asistentes se emocionaron, de las cuales eligió a dos para que bailaran con él en el escenario.

Mientras se escuchaba “¡Que se baje, que se baje!”, ya que las miles de almas reunidas pedían que Joan descendiera del escenario para que recorriera el redondel y lo pudieran ver más de cerca, se dispuso a interpretar Llorar, Juliantla y El Tlacuache Campesino.

“Vengo llegando de la Ciudad de Puebla por cuestiones médicas, saben yo amo la vida lucho por mi salud, les mandó un abrazo a todos aquellos que están empatados conmigo en ese renglón; luchen, tengan fe y verán que saldrán adelante. Hace casi diez años me diagnosticaron cáncer y he aprendido a vivir con eso, cuando me dijeron de lo que padecía yo les dije ‘ni madres, yo soy Aries’”, con estas ganas se aventó Del 8 de Abril.

Enseguida, se escuchó “Te voy a cambiar el nombre para guardar el secreto, porque te amo y me amas y a alguien debemos respeto”. Una vez más la afición se emocionó al 100 por ciento pues se trataba de la melodía bautizada como Secreto de Amor, “esa canción me llega tanto que bueno...” comentó Juanita Rivas, quien estaba sentada en la sección Negra Modelo.

Al terminar esta pieza, el artista se despidió en punto de las 10:15 de la noche, pero como suele suceder, ante el tradicional “otra, otra” volvió a ritmo de banda con la rolas Sentimental y Bandolero de Amor.

El postre del evento llegó cuando Joan Sebastian por fin bajó del escenario. “Oigan me estoy dando cuenta que casi no se oía bien por estos lados, ¿qué les parece si repetimos algo del show?”, y claro que la respuesta del público fue un “Síiiiii”, de esta manera terminó su presentación interpretando nuevamente Tatuajes, y así se fue, pero seguramente se lleva dentro de su corazón a todas sus fans laguneras.