El pleonasmo es decir cosas ‘de más’
Estamos tan acostumbrados a vivir respirando redundancias, que ya ni nos enteramos de que las decimos y se nos salen como les brotan los sonidos a las guitarras viejas, es decir, cuando menos uno lo espera.
La redundancia o pleonasmo se da en nuestro diario hablar, cuando en una expresión incluimos información innecesaria... Si el suicidio –por ejemplo- es siempre un ataque a la vida del que lo comete, ya no debemos llamarle autosuicidio... es un error hacerlo. Bueno, el suicidio es de por sí un error, pero además llamarle autosuicidio, es algo peor aún.
Vea por favor este catálogo –no exhaustivo ni mucho menos- de redundancias que saltan como liebres en celo en nuestros diálogos cotidianos.
Es el acceso de entrada.
Fue un accidente fortuito.
Está actualmente en vigencia.
Me estoy helando de frío.
El camino se bifurcaba en dos direcciones.
Fue una casualidad imprevista.
Se le llenó la cabeza de canas blancas.
Lanzó tremendas carcajadas de risa.
Tuvo una grave hemorragia de sangre.
Yo mismo estuve presente.
Se efectuaron los Comicios Electorales.
El vaso estaba vacío por dentro.
Tengo tres hijas mujeres.
Ahí vienen las hermanas gemelas.
Yo tengo una amiga mía.
La chaqueta es reversible por los dos lados.
El costo total de todo.
Realizó su propia autobiografía.
Lo más importante es la calidad humana de las personas.
O como decía el otro día Diógenes: ésas son falsas mentiras y el letrero que “adornaba” las paredes de una tienda, como un monumento a la lógica más absurda:
Todos los artículos pagan impuesto, excepto los que están exentos.
Estimado Don Juan.
Escríbame a “Estimado Don Juan” y plantee las dudas que tenga acerca de los usos del lenguaje. Con todo gusto trataré de aclararlas. La dirección de correo electrónico es:
donjuanrecaredo@gmail.com
PREGUNTA DEL PÚBLICO: Agradezco las simpáticas observaciones de Hildegardo Gutiérrez con algunas de las cuales no estoy de acuerdo, pero igualmente se agradecen. Además me pregunta cómo se le llama a la voz de la ardilla que es la mascota de su hija (de la hija de Hildegardo).
RESPUESTA: Tengo el nombre de la voz de la grulla, el elefante, la marmota, el jabalí y hasta el canario, pero el del sonido de la ardilla no lo tengo. Lo siento. Tal vez una ardillita se expresa igual que un ratón: porque el ratón chilla. Por favor, si algún día su niña cambia de mascota, avíseme.
Frase demasiado realista para terminar: El amor eterno dura aproximadamente tres meses. LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.