En las palabras hay relaciones maravillosas
¿Cómo iba yo a imaginar la relación entre fibra y hebra, entre el cosmos y los cosméticos, entre los astros y los desastres…?
Si nos adentramos un poquito en los orígenes, en la raíz de las palabras, nos encontramos sorprendentes relaciones que además tienen una gran dosis de lógica.
Desde épocas muy antiguas la astrología ha sido considerada como una ciencia y se piensa que los astros ejercen una poderosa influencia hasta sobre los hechos más ordinarios de la vida cotidiana.
Diversas calamidades, guerras, pestes o terremotos eran atribuidas a la influencia de los astros y aún piensa de esa manera una gran parte de la humanidad.
De ahí la palabra desastre que es como un mal astro…sí, hay una relación entre los astros y los des-astros o des-astres que se suponía eran causados por astros malos que tenían la mala leche de andar perjudicando a la gente inocente.
Los lunáticos se decía que estaban así, un poco torpes y buenos sólo para hacer mandados (cortos) por influencia de la luna, de ahí su nombre adjetivo: lunáticos
Una fibra y una hebra originalmente también son la misma cosa. La palabra original en latín era fibra pero con el tiempo -como sucedió con muchas otras palabras- la F se convirtió en H y luego ¡se quedó muda! El hecho es que ahora fibra y hebra ya no tienen el mismo significado.
Algo parecido sucedió con la fragua y la fábrica. Fragua viene de fávrega y ésta del latín fábrica. La raíz de fábrica es faber que significa “artífice” o sea “el que hace”. En la fábrica se hacen cosas, se fabrican productos… y en la fragua también, sólo que ésta ya quedó sólo para referirse a cierto tipo de fábrica donde se trabaja el hierro a punta de calor.
¿Y qué tienen qué ver los cosméticos con el cosmos? Ahí sí parecen cosas demasiado disímbolas como para establecer una relación, un parecido, pero sí lo hay y se lo voy a decir.
El cosmos es el universo. En el universo hay muchísimos elementos, estrellas, planetas, astros, en fin millones de cuerpos que están ahí en el cosmos pero todo está en su lugar. Si no fuera así, chocariamos unos con otros y todo sería el caos.
¿Por qué no chocamos? ¿Por qué no hay un caos universal? Porque hay un orden, un arreglo para que cada elemento esté ahí y si se está desplazando, pues que siga una trayectoria determinada . Pues los cosméticos son también para poner orden, para darle a la cara un arreglo determinado, una armonía de colores o una eliminación de elementos desagradables.
Entonces la palabra cosmético implica “arreglo u orden” como el que hay en el cosmos. Aunque yo tengo algunas amigas que se ponen el maquillaje en plan totalmente caótico y así circulan por el primer cuadro de la ciudad.
Estimado Don Juan.
Escríbame a “Estimado Don Juan” y plantee las dudas que tenga acerca de los usos del lenguaje. Con todo gusto trataré de aclararlas. La dirección de correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
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PREGUNTA DEL PÚBLICO.- ¿Cómo se les llama a los nacidos en París? pregunta la Sra Manuela López de Pineda.
RESPUESTA: La “pobre gente de París” tiene dos gentilicios en español: Se les puede decir parisinos y parisienses. Como a usted mas le guste.
Frase filosófica para terminar: El secreto de ser feliz no está en tener todo lo que quieres, sino en querer todo lo que tienes. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!