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Las Palabras tienen la Palabra

Juan Recaredo

¿Es necesario que nadie te entienda?

Una persona, un señor -con mucho cariño- me llama al programa de TV y me deja un recado: Usted es una persona muy culta, no trate de imitar a Eugenio Derbez. Y yo le digo “pregúntame ca…” ¡No es cierto!

Yo le digo: “Señor… qué amable es usted en preocuparse y en decirme culto, pero usted me lo dice porque piensa que para hablar del idioma debe uno ponerse muy solemne y utilizar palabras rebuscadas… Pero dígame ¿quién le puso al idioma la etiqueta de solemne? ¿Quién dice que para hablar bien es imprescindible que casi nadie te entienda? ¿por qué si el lenguaje que tenemos es tan bello, tan amplio, tan rico, por qué no podemos disfrutarlo y hacer que lo disfrute quien nos escucha?”

¿Cuál es el complejo que impulsa a un médico a llamarle hematoma a un moretón cuando está hablando con la mamá del niño.. “Señora, su hijo presenta un hematoma en la región parietal derecha como quien va en dirección al occipital…” y a la pobre señora le parece que el chamaco se está muriendo de cáncer… ¿por qué no simplemente: señora, su hijo tiene un chichón… no se preocupe.” ¿Por qué no?

Para hablar bien no es necesario utilizar palabras que sólo uno conoce. Fíjense: Un beso y un ósculo es lo mismo. Ahora, si un muchacho le pide a su novia un beso, pues ella se lo da con gusto, pero si le pide un ósculo quién sabe como le vaya.

Con respecto al significado y origen de las palabras, surgen mil dudas. ¿Por qué se le llama así al baño María? ¿Porque no baño Petra o baño Juana? Pues porque lo inventó una María… ¿María Victoria? ¿María Félix? No.

Un autor dice que el baño María viene del árabe maharí que quiere decir agua caliente. Otros dicen que no, que es una traducción errónea de una expresión del griego medieval que significa el horno de María ¿Qué será lo correcto? Pues no sé.

Lo importante es que el idioma tiene la virtud de que sabe despertar nuestros afanes investigadores… Además el idioma es pura historia nuestra. Si ustedes toman un Diccionario Etimológico verán que, sin necesidad de escarbarle mucho, la mayor parte de las palabras tiene una historia o una anécdota qué contar.

Me preguntan ¿de dónde sacas tanta cosa, tanta información, tanta curiosidad? Pues ahí está todo en las palabras. Tenemos por ejemplo la palabra miniatura. Si les pregunto ¿cuánto debe medir un objeto para ser considerado miniatura, qué dirían? ¿Un centímetro, medio? Pues no. Puede haber miniaturas de 2 metros de largo por uno de ancho. ¿quien dijo que no se puede…?

Como tal vez le suceda a usted, siempre me había imaginado que una miniatura era algo de tamaño mínimo. pero viendo el diccionario etimológico me doy cuenta que no es así; la palabra MINIATURA proviene del nombre del minio que es un mineral de plomo que se usa para pintar color anaranjado. Entonces una miniatura es una pintura realizada con minio.

Estimado Don Juan.

Escríbame a “Estimado Don Juan” y plantee las dudas que tenga acerca de los usos del lenguaje. Con todo gusto trataré de aclararlas. La dirección de correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO.- Gracias al Dr Mario Vázquez Alfaro de Villahermosa quien nos hace la observación de que en el sureste se conoce como melocotón a una especie de calabaza, mientras que la definición que dimos aquí corresponde al durazno, tal como aparece en el Diccionario de la Real Academia Española.

Frase de resignación para terminar: La mejor manera de librarse de la tentación es dejarse caer en ella ¿Cómo dijo?

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