OJALÁ NUNCA DIGAS ÓÓÓJALA NI OJALÁY…
Un día equis del año 712 los árabes llegaron a España y dijeron “esta tierra está bonitas harbano, yo creo que aquí nos quedamos…” Y sí, se quedaron a vivir ahí la ridícula cantidad de casi 800 años. Entonces fueron influenciando a los españoles y les impusieron muchas de sus costumbres, entre ellas, desde luego la del idioma.
El resultado es que el vocabulario español está lleno de voces árabes que llegan a ser más de 4000. Por ejemplo en materia de guerra tenemos palabras como adalid que es un caudillo, atalaya que es una torre, adarga que es un escudo y tambor que es con lo que el nene del vecino nos hace la vida de cuadritos cuando le da por “tocarlo” todo el día.
También hay muchos términos agrícolas como la acequia que es… precisamente una acequia, el aljibe
que es una cisterna, la alcachofa que es una hortaliza y el algodón que es lo que usted ya sabe.
Ya para estas alturas deberíamos habernos dado cuenta de que muchas de las palabras árabes empiezan con A y entre ellas muchas empiezan con AL. ¿Y eso? ¿Por qué? Pues porque ése era el artículo: AL o A en árabe equivale al artículo EL o LA. Para entenderlo mejor, vamos a destripar una almohada… ¡No se
alarme! lo dijimos en sentido figurado… En realidad lo que vamos a hacer es desarmar esa palabra para conocer las raíces y así podremos comprender como estuvo la transposición de un idioma a otro.
JADDA en árabe es la mejilla, el cachetito y MIJADDA es el lugar donde pongo mi mejilla… y ¿dónde pongo la mejilla cuando me acuesto?… ¡en la almohada!
Bueno pues la palabra MIJADDA se convierte en MUJADDA que es una almohada. Luego a MUJADDA
se le pone el artículo AL que equivale a EL o LA y queda ALMUJADDA que se traduciría como la ALMOHADA si no fuera porque nosotros, los de habla hispana todavía le pusimos un artículo –a pesar de que ya traía- y le llamamos LA ALMOHADA.
Otra palabra de origen árabe que nosotros usamos constantemente es OJALÁ que en el idioma “harbano” era WA-SHA ALLAH y que en cristiano viene siendo “y quiera Alá” lo cual nosotros traducimos como un deseo ferviente de que suceda algo que queremos.
Luego mucha gente y algunos académicos de esos que tienden a complicarlo todo, aseguran que si OJALÁ
significa “quiera Dios” entonces “OjaláDios quiera” es un pleonasmo, lo cual a mí en lo particular me parece totalmente absurdo.
El pleonasmo se da cuando decimos palabras innecesarias porque juntamos dos conceptos que significan lo mismo y en este caso ya convertida al español OJALÁ es una cosa y DIOS QUIERA es otra.
OJALÁ en español ya no quiere decir que DIOS QUIERA… Castellanizada ya tiene su propio significado. Lo
que sí debemos tener muy en cuenta es que no debemos decir ÓÓÓJALA ni tampoco OJALÁY… Ojaláy me saque la lotería.
¡Para nada! Esa “Y” no tiene nada qué hacer ahí. Lo correcto es decir OJALÁ me saque la lotería…Eso sí
que sería muy bueno… Ojalá… ojalá…
Estimado Don Juan. Escríbame a “Estimado Don Juan” y plantee las dudas que tenga acerca de los usos del lenguaje. Con todo gusto trataré de aclararlas. La dirección de correo electrónico es donjuanrecaredo@ gmail.com
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Bien Decir II”, “Por si las dudas” y “El Diccionario para Uso Diario”, todos con el singular estilo y el humor
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:- ¿Por qué se les llama deudos a los familiares, especialmente cuando se
hace referencia a los parientes de una persona fallecida? pregunta Sara Alvarez Anguiano
RESPUESTA: Deudos es una palabra derivada del latín debitus que significa debido y se refiere a familiares ascendientes, descendientes y colaterales. Se les llama deudos porque son las personas con las que se tiene un compromiso en este caso de tipo moral.
Frase para terminar: El amor es eterno… mientras dura ¿Cómo dijo? ¡Hasta mañana!