SER GUAPO ES SER
UN ALCAHUETE
¿Qué es una muchacha guapa? Para nosotros es una chica bella, simpática o en algunos casos puede ser también muy trabajadora. ¡Ay si vieras comadre, qué guapa me salió Faustina, la muchacha que tengo ahora...! ¡Hace todo rápido y bien!
El ambiente artístico está lleno de muchachos guapos que se ponen a cantar y las chavas del público gritan, se emocionan, corren, vuelan se aceleran hasta el delirio... En algunas otras culturas el guapo es un tipo valiente, muy bueno para liarse a golpes con cualquiera que le “mire feo”. Pero si se va usted al diccionario se encontrará con que originalmente ser guapo es ser un pillo, un proxeneta. ¡¿Y qué quiere decir eso de proxeneta, oiga?!, ¡porque suena horrible!
Proxeneta es la persona que interviene mañosamente para favorecer una relación amorosa ajena, es un alca... alcahuete, un celestino o celestina como se llamaba la vieja que cubría ese puesto de tiempo completo en la historia de Calisto y Melibea escrita por don Fernando de Rojas: La Celestina, así se llama la novela, porque así se llama la vieja protagonista.
Además guapo quiere decir granuja, echado a perder. Precisamente la palabrita procede de vappa que en latín es un vino que ya no tiene sabor, que no tiene vigor... un vino echado a perder. La diferencia que me asombra es que un proxeneta no es el que se ha echado a perder... En todo caso es “¡el que se echó a ganar”!
Vámonos ahora con la gente caprichosa. ¿Qué es un capricho? Pues una idea o un impulso arbitrario. La imagen que tenemos de una persona caprichosa es la de aquélla que quiere que las cosas se hagan a su manera y si no se le complace, se molesta, grita y patalea.
Caprichoso (o caprichudo como decimos en algunas regiones) cuando se refiere a una persona, da la idea de terquedad absoluta, de que no entiende razones. ¿Y cuál es el animal que es símbolo de la terquedad? Pues la cabra... Ésa es de las que dicen “Voy derecho y no me quito…”, y de veras no se quita.
Bueno, pues la cabra por caprichuda hace honor a su nombre o más bien dicho, su nombre hace honor a la cabra, porque la palabra capricho implica actuar como una cabra.
¡Cuántas palabras hay en nuestro lenguaje cotidiano –el de todos los días- que usamos equivocadamente porque se nos dificulta pronunciarlas o porque no sabemos el origen y a veces como en este caso, es más simple de lo que pensamos! ¡Hubiera sido fácil imaginar que capricho es el acto propio de una cabra!
ESCRÍBALE A DON
JUAN RECAREDO:
Escriba a mi correo electrónico y plantee las dudas que tenga acerca de los usos del lenguaje. Con todo gusto trataré de aclararlas. La dirección de correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
El jueves 18 a las ocho de la noche en el Teatro Nazas de Torreón, Ricardo Espinosa impartirá una amena conferencia titulada “La Magia de la Palabra”. Usted puede asistir. Boletos en taquilla.
PREGUNTA DEL PÚBLICO: Desde la ciudad de Ssshihuahua me escribe Federico Hernández y me dice que, si estoy hablando de una tercera persona y digo que él está ensimismado, en segunda persona debería decir “tú estás en ti mismado” ¿No es así?
RESPUESTA: Fíjese que no, don Federico. Ensimismarse es un verbo y es una palabra completa, por lo tanto no debemos ni podemos cambiar la persona. Debe decirse yo estoy ensimismado, tú estás ensimismado, él está.
DEFINICIÓN TRAUMANTE PARA TERMINAR: Inseminación: Aburridísimo acto sexual entre un hombre, una mujer, un frasquito y una jeringa. ¿Cómo dijo?... ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!