‘Las Robocop’ son las integrantes del agrupamiento femenil de las fuerzas federales: 386 mujeres policías, responsables de proteger instalaciones federales y restablecer el orden público
Los uniformes que portan les ganaron ya un mote: “Las Robocop”, pero también el recelo de algunas colegas del Agrupamiento Cisne de la Policía capitalina, que consideran sospechosa la semejanza de su atuendo con el del agrupamiento de Granaderos del Distrito Federal. “Se puede prestar a confusiones”, dicen.
Son las integrantes del agrupamiento femenil de las fuerzas federales: 386 mujeres policías, responsables de proteger instalaciones federales y restablecer el orden público, y que además tienen la misión de contrarrestar a “Las Adelitas”, ejército de mujeres simpatizantes de la causa de Andrés Manuel López Obrador, si las movilizaciones contra la reforma energética amenazan la seguridad del Senado.
“Blindadas” de pies a cabeza, su equipo antimotín está diseñado para protegerlas de cualquier agresión física u objetos lanzados por las manifestantes, y para realizar cualquier operación de restauración del orden.
El casco, fabricado en policarbonato oscuro, les protege la cara, cabeza y cuello. El chaleco antimotín tiene protecciones para el pecho, la espalda y los brazos.
De acuerdo con la operación a realizar, las y los agentes usan también un chaleco portaproyectiles y granadas, que cuenta con espacios para el cabo lanzaproyectiles de agresivos químicos (gas lacrimógeno) y las granadas.
El escudo, que mide 1.20 metros de largo por 60 de ancho y tiene cinco centímetros de grosor, protege a las agentes de objetos lanzados por los manifestantes. Está fabricado en policarbonato transparente, para asegurar la visibilidad durante las operaciones.
Las policías antimotines usan botas, y sobre ellas espinilleras de policarbonato oscuro, musleras, y concha para proteger sus partes bajas. máscara antigás con visor y filtros que protegen los ojos y las vías respiratorias contra agentes químicos.
Además, las agentes cuentan con toletes y bastones policiales PR-24. El primero, fabricado en madera, plástico o fibra de vidrio, se emplea según el reglamento cuando no se requiere de otro tipo de armamento. El bastón policial, fabricado en policarbonato oscuro, les permite someter al adversario sin lesionarlo.
“Las Robocop” se dividen la seguridad del Senado con 200 agentes hombres de las Fuerzas Federales, con el mismo equipamiento.
La estrategia acordada con el Gobierno capitalino para las movilizaciones de “Las Adelitas”, es que los “Robocop”, ellas y ellos, permanezcan detrás de las vallas metálicas y del Agrupamiento Cisne, cuyas agentes forman, “la de contención”, explica una de ellas.
Otra remarca la diferencia de equipamiento: “Nosotras nunca vamos armadas, ni siquiera escudo traemos, Nuestra función es garantizar la seguridad de la ciudadanía, ser un medio de contención entre ellas, dice en alusión a “Las Adelitas” y los federales.
Las dos agentes capitalinas lamentan el cambio de uniforme de la Policía Federal, y explican su recelo: “se buscó un diseño y colores muy parecidos a los del agrupamiento de granaderos del Distrito Federal, eso lleva algún plan, se presta a la confusión, como para decir, ‘fueron granaderos’, si tienen que intervenir”.
Reconocen, sin embargo, que deben coordinarse, y dejan en claro que a ellas les toca resguardar el orden de la valla hacia afuera. “En el interior ya es otra cosa, les corresponde a los federales”.