El triunfo de Barack Obama el próximo 4 de noviembre se observa a estas alturas como una posibilidad clara y contundente.
Las encuestas, sondeos y otras evidencias así parecen demostrarlo y aunque pueden ocurrir imprevistos, lo cierto es que Obama ha logrado en el ánimo general una ventaja considerable sobre el candidato republicano John McCain.
¿Cuáles serían las ventajas y desventajas para el país y para la comunidad hispana el hecho de que el senador por Illinois sea el ganador y por ende el próximo presidente de los Estados Unidos? A continuación intentaremos dilucidar estas dudas.
La primera gran ventaja si gana Obama será el hecho de que el pueblo norteamericano romperá, luego de varios siglos, con un ancestral conflicto social como es el racismo.
Que una persona de color llegue por primera vez a la Casa Blanca abrirá un nuevo clima social en donde no sólo los afroamericanos, sino también los indios, latinos, asiáticos y árabes, entre otras razas, serán tratados con mayor respeto e igualdad. La segunda ventaja será el derrocamiento del aparato bélico que implantó el Gobierno de George W. Bush que tanto dinero y dolores de cabeza ha costado a los Estados Unidos.
Aunque el terrorismo es una terrible amenaza para los norteamericanos y para el mundo entero, resulta difícil respaldar la forma visceral y escandalosa como se ha combatido.
Una tercera ventaja del triunfo de los demócratas será el retorno a un manejo más ortodoxo y eficiente de la economía nacional y mundial.
Los gobiernos demócratas son dados a incrementar los impuestos y el gasto social, pero sin caer en los excesos republicanos de favorecer abiertamente a las grandes empresas en perjuicio de los negocios pequeños y medianos como sucedió en los últimos ocho años.
Una indudable ventaja adicional del triunfo de Obama será su juventud y su apertura ideológica que le permitirá atender las nuevas propuestas. Su inexperiencia será además rápidamente superada ante la necesidad de tomar decisiones con una rapidez inusitada.
Desde luego también hay desventajas y riesgos de la llegada del Senador por Illinois a la Casa Blanca.
La primera es su escaso conocimiento del entorno internacional y más concretamente de América Latina y por ende de la comunidad hispana.
Obama nunca ha pisado tierra más allá de la frontera Sur por lo que seguramente no tiene la menor idea de cómo percibe el pueblo latinoamericano a los Estados Unidos. Su posición incierta y hasta cierto punto adversa a una reforma migratoria abierta e incluyente será uno de los mayores dolores de cabeza que sufrirá como presidente.
Al igual que ocurrió con Bill Clinton, se estima que Obama defenderá en primer lugar las fronteras y a los trabajadores norteamericanos antes de pensar en una reforma que reconozca el derecho de los inmigrantes a trabajar legalmente en Norteamérica.
La última gran reforma de inmigrantes fue realizada por el presidente Ronald Reagan, quien conocía de cerca la problemática del inmigrante y la necesidad de la economía norteamericana por una mano de obra calificada y accesible.
La tercera desventaja del futuro Gobierno de Obama es su postura liberal para asuntos tan delicados como el aborto, la unión legal entre homosexuales y la religión.
En Norteamérica soplan vientos de cambio, pero la sociedad no desea otro desbarajuste similar al de los sesenta cuando se cayó en un libertinaje social del cual todavía se padecen graves consecuencias como en el caso de las drogas y la sexualidad.
Viviremos nuevos tiempos, por cierto nada fáciles. Obama parece reunir mejor perfil para responder a las grandes necesidades de una sociedad que atraviesa por profundas contradicciones. Esperemos que sea mucho mejor a Bush y que busque siempre el consenso y no sólo la aprobación por mayoría en cada una de sus decisiones. Envía tus comentarios a josahealy@hotmail.com
