Después de la temporada decembrina, las ventas cayeron hasta en un 80 por ciento.
El Siglo de Durango
SANTIAGO PAPASQUIARO, DGO.- Las tiendas están solas, la muchedumbre de gente que en diciembre hacía compras de pánico desapareció, el Centro de la ciudad ya no es tan concurrido como hasta hace unos cuantos días.
Sí hay cuesta de enero, también es evidente que hay desempleo, pero esto se debe en gran parte a la mentalidad de las personas, pues pocos están dispuestos a poner el 100 por ciento en su trabajo, comenta Juan Olvera Luna, presidente del Centro Empresarial de Santiago Papasquiaro.
La actividad comercial se ha visto disminuida en un 80 por ciento, si no es que más, comentó el empresario, quien además dijo que diciembre no fue lo que se esperaba en cuanto al repunte en las ventas en este municipio.
MÍNIMA RECUPERACIÓN
Lo peor de todo es que la recuperación de la multicitada cuesta de enero se da si mucho en un 15 por ciento, pues la gente no tiene dinero para comprar, porque a la vez no tiene trabajo.
El Centro Empresarial de Santiago Papasquiaro lo integran dueños de aserraderos, ferreterías, farmacias, clínicas, arrendadores de maquinaria, ente otros, quienes han resentido una baja considerable en sus ventas en los últimos días.
No obstante, Olvera Luna considera que la raíz de los problemas económicos se encuentra en los individuos, pues en el país hay una gama de recursos suficientes para mantener ocupados a todos y generar ganancias y esta región no es la excepción; sin embargo, no se aprovecha.
FALTA DE INTERÉS
“Los medios para emprender están dados, pero no hay quién esté dispuesto a dar el 100 por ciento en lo que hace, pues existe una mentalidad de poner la mitad o sólo una parte de lo que le corresponde”, dijo.
En el caso de los empleados, de cada 100, sólo diez están dispuestos a laborar de acuerdo con las exigencias, mientras que el resto busca sacar ventaja.
MENTALIDAD ERRÓNEA
Anteriormente, la mentalidad de los padres era de enseñar a trabajar a sus hijos desde temprana edad; ahora es triste ver cómo hay muchachos que con más de 20 años de edad no saben hacer nada, con el erróneo argumento de los papás de que no quieren que sufran como ellos.
Pero, esto no ayuda a los jóvenes; al contrario, les afecta, pues crecen y pasan los años y se acostumbran a no hacer nada, pues todo se los dan en su casa y el problema empieza cuando el papá falta.
“Si vemos a los menonitas, ellos trabajan del más chico al más grande y, a pesar de que a esta región llegaron sin nada, ahora son un grupo exitoso y bien posicionado”.
Necesaria, reacción individual
Es elemental la organización entre empresarios, intercambiar ideas e iniciar proyectos, pero es más importante trabajar con la mentalidad de los individuos, menciona Juan Olvera Luna, presidente del Centro Empresarial de Santiago Papasquiaro.
“La pobreza se debe a la forma de pensar de la gente y no a la falta de recursos, porque éstos sobran”, comenta el entrevistado.