A un trabajador metalúrgico malasio le fue extirpado un anillo metálico que había colocado en su pene para aumentarlo de tamaño, al quedar la pieza encajada tras una erección.
Cuando no pudo soportar el dolor, el hombre decidió acudir a un hospital del estado de Johor, en el sur del país, donde los médicos tuvieron que extraerle sangre y cortar parte de la epidermis para poder recuperar el anillo, informó el diario local "The Star".
Fuentes hospitalarias afirmaron que el hombre se recupera de forma satisfactoria y recibirá el alta médica.
Otro aspirante a incrementar el tamaño de su miembro viril intentó el mismo estratagema, de nula eficacia pero aparentemente popular en Malasia.
En aquella ocasión, los bomberos tuvieron que intervenir para cortar la pieza y salvar el pene del hombre, residente en Kuala Lumpur, ya que los médicos fracasaron en sus intentos al no disponer de herramientas para efectuar soldaduras.
Muchos malasios que quieren aumentar su potencia sexual recurren a una hierba llamada "jarum emas" (aguja dorada) o toman extracto de una especie de gusano marino conocido como "gamat", que vive en los arrecifes de coral.
