Francisco Rosales muestra las máscaras que ha elaborado como réplicas de las de Quetzalcóatl y Huitzilopochtli de la cultura Azteca. (Fotografía de Érick Sotomayor).
Réplicas de bellas máscaras de jade y turquesa pueden ser apreciadas por el público lagunero en la nueva propuesta que se exhibe en el Museo Regional de La Laguna como parte del Festival del Sol 2008.
Estas réplicas fueron realizadas por el lagunero Francisco Rosales pero hechas con piedras preciosas se usaban para los sacrificios de los aztecas, con honor a varios dioses: “Tenemos una réplica de las máscaras que se hicieron cuando los sacrificios se hacían en honor al dios Quetzalcóatl y la otra -la que es escalonada con serpientes- era en honor a Huitzilopochtli”.
El proceso que sigue para la realización de estas piezas es de mucho cuidado y detalle: “Lo hicimos en varias partes, primero lo que se hizo fue formar de plastilina, hace como un tipo de escultura de plastilina, luego lo que se hizo fue forrarlas de celastic que es un material de tela un poquito blando que luego de ponerle solventes se hace floja y se amolda, después le ponemos un color de fondo, lo pintamos y después se le van pegando los vidrios, uno por uno, que son chiquitos como de cuatro milímetros por cuatro milímetros”, de este modo se fue formando la especial superficie verde turquesa con los rasgos en tonos de cristales más oscuros.
“El vidrio color verde es la base, y lo que es la serpiente escalonada tiene mucho rojo también, nosotros tratamos de que se viera todavía más real de cómo está ahorita en la actualidad estas máscaras en el original, las cuales ya tienen muchísimos años y están gastadas, todo lo que está pintado de café y cubierto ya se les está cayendo, inclusive lo que es la máscara escalonada –la de la serpiente- parece ser que sufrió un golpe del lado izquierdo”.
Las máscaras originales están en exhibición en Europa, por ejemplo la de Quetzalcóatl que está resguardada en el Museo Británico de Londres.
“Incluso hubo muchas máscaras más que estuve investigando y las regaló Carlos V en España. En realidad nos las robaron, deberían estar aquí porque es artesanía mexicana, de eso se trata si los egipcios están recuperando todas sus artesanías por qué nosotros no, aunque es importante cuidarlas”.
Por eso, el autor de las piezas quiso acercar los laguneros al arte azteca a través de sus bien logradas réplicas: “Y vamos por más, ahorita estoy elaborando una serpiente bicéfala en los mismos colores (verde con rojo) y también estamos ya también terminando el segundo vitral del tamaño de La Piedra del Sol, que es El Águila Azteca y va a hablar desde la partida de Aztlán hasta la llegada de Tenochtitlan”.
Antecedentes
Explica Rosales que estas máscaras se usaron en sus ritos pues los Aztecas solían ofrecer numerosos sacrificios humanos a sus dioses para asegurar la lluvia, la cosecha y la victoria en las guerras. Las víctimas eran usualmente prisioneros capturados en las guerras frecuentes que tenían los Aztecas con los vecinos. La forma más común de sacrificio era la de arrancarle el corazón y ofrecerlo al Sol: “Incluso todos los meses se celebraba un sacrificio, un mes era para Huitzilopochtli y el otra para Quetzalcóatl”.
Los Aztecas utilizaron profusamente las máscaras durante ceremonias públicas, festividades religiosas e, incluso, en el transcurso de las batallas.
De ahí que los artistas prehispánicos recurrieron con frecuencia al mosaico para realizar máscaras, escudos o cuchillos ceremoniales, como esta máscara azteca de madera recubierta con trozos de turquesas pulidas. Los dientes y los ojos están hechos de conchas marinas y hueso.
Estas máscaras se hicieron para complementar la galería que exhibe Rosales acerca de la Piedra del Sol, realizada en vitral, dentro del marco del Festival del Sol Laguna 2008.