El abra de la colonia Plan de Ayala es cada vez más profunda.
Pobladores temen que al abandonar sus casas les roben sus escasas pertenencias.
Con tristeza y dolor, Sanjuana Ortega ve cómo su casa se va hundiendo poco a poco en aquella abra que se formó en su patio, la noche del sábado. Sus gallos, polluelos y tortugas han quedado atrapados pues ya es imposible entrar a su jacal.
Y es que la grieta ha alcanzado un diámetro aproximado de diez metros, la cual ha invadido gran parte de la vivienda contigua a la de Sanjuana; aquella en la que cayera su esposo Genero esa misma noche en la que apareció.
Cerca de 17 viviendas están en peligro de sufrir hundimientos y otros daños, según la Dirección de Protección Civil, cuyos elementos realizaron una inspección el día del hundimiento. Aunque ya han sido desalojadas diez familias, el resto permanece en sus hogares pese al peligro que ello representa.
Ángela Orona Ochoa, es una de las vecinas que se resiste a salir del lugar, aún y cuando su casa ya registra pequeños hundimientos y otros daños. “No nos queremos salir porque no tenemos la seguridad de que al regresar nos permitan entrar en nuestras casas”, dice preocupada.
“Sabemos de antemano que vivimos en una zona en riesgo, pero no tenemos a dónde acudir, somos gente pobre y estamos cansados de tantas cosas que nos dicen”, comenta Rosa Hernández, quien desde hace más de 30 años habita en este sector.
Claudia Ponce, también vecina del lugar, da los mismos argumentos, sin embargo dice estar dispuesta a dejar su hogar “si el alcalde (José Ángel Pérez) nos ayuda para conseguir alguna casita o terreno a donde mudarnos”.
“Y es que al ver esta situación, no nos hacemos fuera de la razón, estamos en peligro, pero sólo eso es lo que pedimos, su apoyo para poder continuar en otro sitio”, dice Rosa.
Acudir a un albergue no está en los planes de estas familias, pues trasladarse hasta ellos representa un gasto “que no podemos cubrir”, dicen. “Tengo dos hijas en secundaria y uno más en primaria, y no tenemos para pagar el camión que los traslade hasta su escuela, por eso ni pensar en mudarnos”, señala San Juana, quien contiene el llanto frente a sus hijos.
Nuevamente las familias que aún permanecen en la colonia Plan de Ayala solicitan a las autoridades más vigilancia “pues el director de Protección Civil (Nelson Lozada) se comprometió a enviarnos vigilancia, pero en las noches los policías ni sus luces, sólo por las mañanas se dan sus vueltas y eso sólo por unos momentos, sólo pedimos que cumpla”, recalca Rosa Hernández.