Soldados en dos tanquetas, agentes federales y estatales, montaron un operativo para liberar a un matrimonio privado de su libertad en la avenida Victoria y calle 18. Dentro de la finca en ruinas se encontró una figura de la Santa Muerte junto a una silla de ruedas sobre piso mojado y unos cables pelados.
En el lugar detuvieron a dos personas. Una llamada de auxilio permitió la ubicación de los afectados.
Una llamada de auxilio permitió ubicar la finca donde estaban dos integrantes de una familia que fue secuestrada en la colonia Nueva Laguna Sur, luego de un tiroteo de sujetos armados contra policías ministeriales que causaron dos bajas. Agentes federales y estatales rescataron a los secuestrados y detuvieron a dos sujetos que los custodiaban.
Acababa de finalizar la rueda de prensa convocada por el procurador Jesús Torres Charles a las 10:30 horas, cuando se dio aviso al Servicio de Emergencias 066, sobre “unas personas secuestradas en una casa de la avenida Victoria y calle 18”, del segundo cuadro de la ciudad.
El auxilio se canalizó a la Policía Federal y junto a agentes de la Policía Preventiva del Estado (PPE) y de la Policía Ministerial se trasladaron al viejo inmueble ubicado a un costado del número 1864 oriente, donde se presume había venta de droga al menudeo.
Según el reporte de fuentes federales, en el lugar estaban privados de su libertad Antonio Valdez Samaniego de 38 años y María Lourdes Anguiano Quiroz, de 35 años. Vecinos señalan que la mujer logró escapar de su encierro y a gritos pidió ayuda.
Los agentes federales efectuaron la detención de quien se identificó como Gumaro Mota Caro de 38 años y Alberto Rodríguez Cano de 31 años, originarios de Torreón y Reynosa, Tamaulipas, respectivamente.
El resto de la familia secuestrada está compuesta por Saira, de 20 años, hija de Antonio y Lourdes, su esposo conocido como “Chelino” de 26 años, Lorenzo de 15 y “El Chuky” de 16 años, hermanos de Saira y César e Isaac, de cinco y seis años, hijos de Saira. Hasta el momento no se ha generado mayor información.
A las 12:30 horas el despliegue de 12 patrullas y dos tanquetas con efectivos del Ejército Mexicano se retiró del lugar con los detenidos y los afectados.
En el interior de la finca en ruinas que medía cinco metros de frente por 15 de fondo, había dos habitaciones, una de ellas con un altar de la Santa Muerte todavía con veladoras encendidas. En el mismo cuarto había agua en el suelo y algunas prendas mojadas, junto a unos cables de energía eléctrica con las puntas peladas, cerca de una silla de ruedas.
Los vecinos indicaron que a temprana hora vieron salir a dos personas y que más tarde llegaron los policías que implementaron un operativo mientras que reinaba el temor y desconcierto. Los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad correspondiente para indagar sobre los recientes delitos.
Reacomodo criminal
“Los cárteles de la droga de hace 6 meses son distintos ahora. Hay nuevas alianzas y nuevas rupturas”, señala Jesús Torres Charles, procurador de Justicia de Coahuila, respecto a los hechos violentos registrados en los últimos días en La Laguna.
El funcionario estatal señala que “el reacomodo de fuerzas criminales en el país hace que resurja la violencia en Torreón y Durango”.
Balaceras, actos intimidatorios, enfrentamientos con policías caídos, no son hechos aislados. “Todos los eventos están interconectados de una u otra forma, por eso hay coordinación con las autoridades de Durango”, señala el procurador.
Ante la notoria ausencia de agentes de las fuerzas de apoyo de la Policía Federal en los últimos altercados fuertes en La Laguna, Torres Charles comenta que “los operativos federales en otras partes del país obligan al movimiento de agentes de una región a otra”.
Con el enfrentamiento donde dos agentes ministeriales fallecieron a tiros y una familia fue secuestrada y dos de sus integrantes fueron liberados, Torres Charles dice que “se tiene que analizar la posibilidad de volver a los ‘blindajes’ con puntos de revisión en las entradas y salidas de la ciudad así como volantas móviles”.
Luego de manifestar el sentimiento de dolor por los agentes caídos y elevar el sentido pésame a las familias de sus elementos, el procurador se comprometió a tener el futuro asegurado de sus hijos. “Ser policía es un honor, pero tiene sus riesgos”, dice Torres Charles.
