Búsqueda Implacable se estrena hoy en salas del DF. (Archivo)
Liam Nesson protagoniza el filme Búsqueda Implacable, en donde se presenta el drama de un secuestro.
¿Qué estaría dispuesto a hacer con tal de recuperar a un familiar secuestrado?
Bajo esta premisa, el irlandés Liam Nesson aceptó protagonizar la cinta Búsqueda Implacable, que se estrena hoy en salas del DF, pese a que él es una figura que públicamente ha expresado su rechazo a la violencia.
En el filme, escrito y producido por el francés Luc Besson, Nesson interpreta a Bryan Mills, un experto en inteligencia, armas y defensa personal en el retiro quien, de pronto, se ve en la necesidad de emplear toda su experiencia y habilidad física para tratar de rescatar, en un lapso no mayor de 96 horas, a su hija de 16 años que fue plagiada mientras vacacionaba en Francia.
Desesperado, Bryan tomará por asalto las calles parisinas, violando las leyes, y enfrentará a los secuestradores a balazos, con luchas cuerpo a cuerpo y en vertiginosas persecuciones en auto.
“Como padre, no puedes imaginarte nada peor (que el secuestro de un hijo). Desde luego, te imaginas lo que le harías a los secuestradores y pronto llegas a la conclusión de que harías todo con tal de salvarlo”, cuenta Nesson dentro de la memoria de rodaje realizada por la distribuidora 20th Century Fox.
Besson, realizador de exitosas cintas como El Perfecto Asesino y El Quinto Elemento, decidió centrar la trama en la industria del secuestro debido a que es un problema que al igual que en México aqueja a Francia, especialmente por el negocio de trata de blancas.
“Luc conoció a un policía de París, quien le habló, ampliamente, de este submundo de secuestradores que se llevan a las jovencitas, quienes después son subastadas en lujosas mansiones a las afueras de la ciudad”, revela el coguionista Robert Mark Kamen.
Precisamente, Búsqueda... refleja esta situación, en la que prácticamente, las jóvenes plagiadas son subastadas según su belleza y virginidad.
Pierre Morel, el director, relata que debido a que el tema era serio, trabajó con el elenco y el equipo técnico para que en pantalla se viera lo más real posible y el espectador no se quedara con la sensación de una película de acción más.
Le preocupaba, asegura, que el personaje de Liam dejara de mostrar con sus gestos y expresiones corporales que todo el mal que hacía era por una causa noble.
Por eso, optó por filmar una de las escenas más dramáticas, la del secuestro, en dos locaciones, la de Nesson en Estados Unidos, y la de Maggie Grace (quien interpreta a la hija del protagonista), en Francia.
“Comenzamos, en Los Ángeles, filmando la reacción del personaje, escuchando a su hija decirle que la van a secuestrar. Maggie dijo sus diálogos parada a un lado de la cámara. Fue mágico.
“El ritmo de la historia quedó establecido en esa escena, ya en París hicimos la acción física del secuestro y necesitaba tener las emociones del personaje de Liam en un sólo plano y me las dio en esas dos tomas”, dice Morel, quien debutó con la exitosa cinta producida por Besson, Distrito 13.
Al final, Liam Nesson y Morel quedaron satisfechos con el resultado de la cinta; Morel, porque valió la pena que el actor se mantuviera en buena forma y entrenara durante muchas horas las coreografías de las peleas, y Nesson, porque no había hecho un personaje similar.
“Él realizó todas las escenas de peleas, fue difícil para él porque yo filmo de una manera muy intensa y él tuvo que aprender a pelear así frente a la cámara”, destaca Morel.
Al rescate
La producción de la cinta se esfuerza en presentar una “búsqueda” de innovaciones.
* La cinta se filmó con un presupuesto aproximado de 30 millones de dólares.
* A partir del viernes se proyectará en más de 450 salas del País.
* Las locaciones de París no lucen ante la cámara como las típicas postales turísticas de otras cintas filmadas allí.
* Las escenas de acción y combate tienen el toque europeo de cintas como El Transportador y El Beso del Dragón.
* El arte marcial practicado por los actores le llama “parkour”, que conjuga un estilo impulsivo y brutal pero coreografiado con elegancia artística.