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Libra Al Qaeda la crisis financiera

Al Qaeda como otros grupos terroristas islámicos parecen tener acceso a grandes recursos financieros, y estarían en condiciones de eludir la devastadora crisis global. (AP)

Al Qaeda como otros grupos terroristas islámicos parecen tener acceso a grandes recursos financieros, y estarían en condiciones de eludir la devastadora crisis global. (AP)

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Son donantes acaudalados y organizaciones islámicas de caridad en la zona del Golfo Pérsico fuentes de financiamiento ilícito del terrorismo.

Al parecer, la crisis financiera internacional no ha afectado a Al Qaeda.

Alentados por años en que la cotización del petróleo alcanzó precios récord, favoreciendo a naciones del Golfo Pérsico, y por el floreciente comercio del opio en Afganistán, tanto Al Qaeda como otros grupos terroristas islámicos parecen tener acceso a grandes recursos financieros, y estarían en condiciones de eludir la devastadora crisis global.

Una de las razones principales de que esos grupos han eludido hasta el momento las consecuencias de la crisis es que sacaron su dinero de los bancos, ante temores de que sus fondos pudiesen ser congelados. En cambio, apelaron a métodos menos convencionales de transportar dinero, como el uso de maletas, o lo transfirieron a través de redes denominadas hawalas.

Pero esos métodos, aunque más seguros, son también más lentos, y podrían afectar sus esfuerzos para financiar ataques, señalaron expertos.

“Resulta inconcebible que grandes cantidades de dinero” de grupos terroristas “puedan transitar a través del sistema financiero formal, debido a todos los controles”, dijo Ibrahim Warde, un experto en terrorismo de la Escuela Fletcher, de la universidad Tufts.

La cuestión de donde Al Qaeda y sus simpatizantes obtienen su dinero resulta crucial en los intentos por evitar atentados. Una investigación realizada en 2004 en Estados Unidos determinó que bancos de los Emiratos Árabes Unidos, sin darse cuenta, manejaron la mayor parte de los 400 mil dólares gastados en los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y en los suburbios de Washington.

Luego de los ataques, Estados Unidos trató de desbaratar las redes financieras de los terroristas. Pero, pese a sus esfuerzos, tanto donantes acaudalados como organizaciones islámicas de caridad en la zona del golfo Pérsico, rica en petróleo, y especialmente en Arabia Saudita, continúan siendo “una de las fuentes más importantes de financiamiento ilícito del terrorismo”, dijo Matthew Levitt, quien trabajó como experto en terrorismo del departamento del Tesoro de Estados Unidos, y es ahora asesor del Instituto de Política en el Cercano Oriente, con sede en Washington.

Los saudíes dicen que han hecho todo lo posible para controlar las redes de financiamiento terroristas. Y funcionarios del Gobierno de George W. Bush han elogiado sus esfuerzos.

Pero, de acuerdo al sistema conocido como zakat, musulmanes acaudalados tienen la obligación moral de dar parte de su dinero a los pobres. Buena parte de ese dinero va a parar a las arcas de organizaciones de caridad islámicas, y según funcionarios norteamericanos, al menos parte de esos fondos terminan en poder de Al Qaeda y de otros grupos terroristas.

Arabia Saudita y otros países del Golfo Pérsico han conseguido ingentes fondos de la venta del crudo en los dos últimos años, luego que la cotización del producto pasó de 60 dólares por barril a comienzos de 2007 a 145 dólares el barril en junio de 2008. Posteriormente, los precios del petróleo perdieron casi un 50% de su valor, como resultado de la crisis financiera mundial, pero no antes de generar para las naciones del golfo Pérsico ingresos por cientos de miles de millones de dólares.

Levitt dijo que es difícil determinar si existe una correlación directa entre el alza del precio del crudo y el aumento de fondos de Al Qaeda. “Pero, resulta razonable suponer que si hay más ingresos provenientes del petróleo, habrá más ingresos para toda clase de cosas lícitas e ilícitas”.

Al Qaeda y el Talibán también se han beneficiado del floreciente negocio del narcotráfico en Afganistán luego que Estados Unidos lideró la invasión a fines de 2001. Y ese negocio muy difícilmente se vea afectado por la crisis financiera, debido a la adicción de los compradores de drogas.

De acuerdo con la Oficina de Drogas y Crimen dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, el cultivo de amapolas se redujo ligeramente este año, pero sigue siendo, pese a ello, veinte veces superior al de 2001.

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