Miles de personas conmemoraron ayer el Día del Trabajo en Cuba. (EFE)
Raúl Castro ratificó ayer su condición de nuevo líder de la Revolución al encabezar el desfile del Primero de Mayo tras haber reestructurado esta semana la cúpula dirigente y convocar al postergado VI Congreso del Partido Comunista (PCC).
El presidente cubano, quien ha convocado a un proceso de “cambios estructurales” de alcance desconocido, pero siempre “dentro del socialismo”, ocupó ayer el lugar desde donde su hermano retirado del poder Fidel Castro pronunciaba largos discursos.
Con su uniforme de general del Ejército, Raúl se abstuvo de hablar ante el más de medio millón de participantes y cedió la palabra al secretario general de la Central de Trabajadores (CTC), Salvador Valdés, recién estrenado miembro del Buró Político del PCC.
Valdés exhortó a los obreros cubanos a “seguir construyendo el socialismo”, pese a que “en la producción y los servicios se obtienen modestos avances”, en una breve alocución en que sintetizó la actual situación del país y lo que resta por hacer en una era post-Fidel.
El ahora líder del proletariado local, un ex ministro del Trabajo, pidió a los asistentes ratificar la determinación de “continuar el camino trazado por el fundador de la Revolución cubana, el compañero Fidel, hacia un socialismo cada vez más justo, humano y eficiente”.
Citó palabras de Raúl en el sentido de que “la palabra de orden” es “disciplina y organización”, y demandó “librar tenaz combate” contra las violaciones de lo establecido y cuanta conducta delictiva o corrupta lacere la integridad ética y moral de nuestros colectivos laborales”.
El desfile de una hora y medio varió poco en comparación con los efectuados otros años, que mostraron la efectividad de la maquinaria que moviliza en la isla a cientos de miles de personas portando pancartas alusivas a la fecha y coreando lemas revolucionarios.
“Más unidos, fuertes y solidarios que nunca”, decían algunas de las pancartas enarboladas por la colorida multitud que según cálculos oficiales superó más de medio millón de personas mientras actos similares se efectuaban en todas las provincias de la isla.
De acuerdo con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), más de mil 400 representantes sindicales, políticos, de movimientos sociales y progresistas y de solidaridad con Cuba de 60 países asistieron como invitados al desfile en esta capital.
En la semana previa al 1 de mayo, Raúl Castro tuvo una intensa agenda política y diplomática durante la cual declaró el cese de la “provisionalidad” establecida tras la enfermedad de su hermano Fidel, de 81 años y ahora declarado “soldado de las ideas”.
Registran represión y actos masivos
Por lo menos una agente resultó herida y 96 personas fueron detenidas en la capital chilena luego que la Policía dispersó con gases lacrimógenos una manifestación para conmemorar el 1 de mayo.
Concluido el acto convocado por la Central Unitaria de trabajadores, en el que participaron unas 15 mil personas, jóvenes anarquistas vestidos de negro se taparon las caras y lanzaron bombas de pintura al frontis de un banco local, luego volaron piedras y botellas.
En una muestra de las profundas divisiones que imperan en Venezuela, grupos aliados al presidente Hugo Chávez y opositores se manifestaron en forma separada.
Teniendo como principal consigna “Chávez, patria o muerte” varios miles de simpatizantes del Gobierno, ataviados con franelas rojas que tenían insignias de organismos públicos, caminaron por el Oeste y Centro de Caracas hasta los alrededores de la sede de la vicepresidencia.
En El Salvador, millares de trabajadores marcharon por las principales calles de la capital para exigir al Gobierno del presidente Tony Saca, “cambios urgentes” en las políticas sociales.
“El Gobierno de Saca es el responsable de la crisis que estamos viviendo, no puede engañarnos con sus cuentos publicitarios que el responsable es la crisis internacional”, dijo el obrero de la construcción, Pedro Martínez. Centenares de miles de obreros, campesinos, enfermeras, indígenas, estudiantes y maestros desfilaron en Honduras y exigieron al Gobierno aclarar la muerte de la secretaria general de la principal Confederación de Trabajadores Altagracia Fuentes, asesinada a tiros hace una semana junto a otros dos sindicalistas.
