Laboratorios farmacéuticos de México junto a sus propietarios y gerentes, fueron incorporados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a una “lista negra” de compañías y personas vinculadas al narcotráfico; se trata de diez mexicanos y seis empresas presuntamente relacionadas con la producción y el tráfico de metanfetaminas, para la organización criminal de los Amezcua Contreras.
De acuerdo con las investigaciones del Gobierno estadounidense, a pesar de que los hermanos José de Jesús y Luís Ignacio Amezcua Contreras están presos en México, controlan aún una red de empresas mexicanas que les proveía de precursores químicos como la pseudoefedrina, para la elaboración de metanfetaminas.
Las empresas “Productos Farmacéuticos Collins, SA de CV”; “Laboratorios Willmar, SA de CV” y “Lomedic” -ubicadas en Zapopan y Guadalajara, Jalisco-, así como la “Farmacia Jerlyne, SA de CV”, instalada en Tijuana, Baja California y propiedad de Patricia Amezcua Contreras, se presume que utilizaron varias toneladas de pseudoefedrina en medicamentos que fueron fabricados o comprados, para después ser desviados a la producción de drogas sintéticas.
A esta lista se suman las empresas Salud Natural Mexicana, SA de CV, ubicada en Zapopan, y una compañía de piezas de automóviles, “American Tune Up, SA de CV”, de Guadalajara. El Departamento del Tesoro estadounidense congeló los bienes y activos de estas empresas supuestamente implicadas en la organización de los llamados “reyes de las metanfetaminas”, y prohibió a cualquier compañía o particular de su país a mantener tratos comerciales con las mismas, de lo contrario pueden ser multados con 10 millones de dólares o sancionados hasta con 30 años de cárcel.
‘Es una calumnia’
El empresario Javier Pulido Valdivia, propietario de “Laboratorios Willmar S. A de C.V”, rechazó que él y su empresa tengan nexos con el narcotráfico y en concreto con el tráfico de metanfetaminas en Estados Unidos, que opera la organización de los hermanos Amezcua Contreras.
Su nombre y el de su compañía radicada en Guadalajara, Jalisco, aparecen en la lista que difundió el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, entre 10 mexicanos y seis empresas que están bajo sospecha de desviar precursores químicos para la producción de drogas de diseño.
En entrevista, Pulido Valdivia aseguró que la información del Gobierno estadounidense “es una vil calumnia, y exijo que presenten pruebas de sus acusaciones públicas”.