El hotel Arizona Biltmore, elegido como base por el candidato presidencial republicano John McCain para esperar los resultados electorales, se ha preparado para lo que necesiten sus clientes la noche de este martes.
La gerencia del hotel ordenó almacenar decenas de cajas de champaña en refrigeradores para celebrar en caso de que McCain logre la victoria, pero también, por si eso no ocurre, se cuenta con reservas de whisky y tequila para enfrentar la derrota.
'Se tiene que estar preparado', dijo Andrew Stegen, el gerente general del Arizona Biltmore. 'Imagínese que nombremos al próximo presidente en el Biltmore y que nos quedáramos sin champaña', añadió.
Unos tres mil miembros distinguidos del Partido Republicano acompañarán aquí a McCain, en su triunfo o en el fracaso de sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca, además de unos dos mil 500 periodistas provenientes de todo el mundo.
Los invitados, sin embargo, estarán divididos en varios salones y sólo un centenar de los más allegados acompañará al candidato en las horas decisivas, cuando comiencen a sumarse los resultados, estado por estado.
McCain tiene afinidad por el Biltmore y espera de nuevo pasar un buen momento en este hotel donde se casó en 1980 con su esposa Cindy y donde celebró el haber obtenido la nominación republicana a la Presidencia en marzo pasado.
El lujoso hotel, rodeado de un campo de golf al norte del centro de Phoenix, tiene tradición de presidencial.
El Biltmore ha albergado a cada presidente estadunidense desde Herbert Hoover y las fotografías de sus visitas se muestran cerca de la recepción.
Esta noche, muchos en el Biltmore esperan que el hotel albergue a un presidente más.
Las 739 habitaciones del hotel han sido ocupadas por personal de la campaña republicana, así como militantes distinguidos del partido, agentes del servicio secreto y reporteros.
McCain ocupará la suite presidencial Goldwater, a su llegada aquí esta tarde luego de concluir su gira de campaña este martes por Colorado y Nuevo México.
Desde el balcón de la suite, el político republicano emitirá su discurso de victoria o de aceptación de derrota a un reducido grupo de simpatizantes y de periodistas reunidos en un pequeño jardín del hotel.
Esta noche, McCain podría alcanzar aquí su más anhelado sueño o verlo irse una vez más, luego de haber intentado llegar a la Presidencia de Estados Unidos en el año 2000.