Monseñor Felipe Arismendi Esquivel y Monseñor Gustavo Rodríguez Vega de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social presentaron el documento 'Por la Dignidad del Campo'. (EFE)
Un grupo de obispos mexicanos pidió hoy al Gobierno del país analizar "la posibilidad jurídica y la conveniencia económica" de renegociar el capítulo agropecuario del TLCAN con EU., y Canadá para defender a los campesinos del país y frenar la emigración.
"Existen condiciones jurídicas, económicas y morales para renegociar este capítulo, lo cual es prioritario para el Gobierno y para los legisladores", detallaron los obispos al presentar en una rueda de prensa.
Según los obispos, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) permitiría "proteger con mayor decisión los intereses de los campesinos e indígenas pobres, que son la mayoría".
El documento presentado, que lleva por título "Jesucristo, vida y esperanza de los indígenas y campesinos", fue elaborado por la Comisión Episcopal para la Pastoral Social-Cáritas, que integran representantes de Monterrey, Chalco, La Paz, Nezahualcóyotl, México, Guadalajara, Tuxpan, San Cristóbal de las Casas y Tijuana.
Los líderes católicos se muestran preocupados por la desgravación arancelaria del TLCAN, completada el 1 de enero pasado con la plena liberalización del comercio de maíz, fríjol, azúcar y leche.
Condenan los "enormes subsidios" otorgados por EU., y Canadá a sus agricultores y advierten de que los campesinos mexicanos "quedarán en una situación desventajosa si no se implementan medidas que regulen y compensen las asimetrías de nuestras economías".
Al Ejecutivo mexicano que encabeza Felipe Calderón le piden "generar mecanismos de desarrollo que ayuden a los campesinos e indígenas" para ir superando los efectos negativos del TLCAN.
"Es urgente e impostergable destinar más recursos al campo y cuidar su recta aplicación" para que lleguen a los pequeños productores y no sólo a los que cuentan con más medios.
Los religiosos auguran que, sin cambios, más mexicanos emigrarán "a ciudades que no están preparadas para recibirlos" e intentarán "llegar a EU., que en este momento tiene un fortísimo e inhumano programa anti-inmigrante".
Prevén también que aumente en el medio rural la tentación a dedicarse a los cultivos ilícitos, "puerta abierta a la inseguridad y a la violencia" en México.
En el documento, los obispos se muestran además críticos con la creciente demanda de "biocombustibles derivados de granos", como el etanol, en los países desarrollados.
"Esto viene a poner en riesgo los objetivos primarios de la producción agrícola, con consecuencias graves para la alimentación y la soberanía alimentaria del país", indican.
Finalmente expresan su temor a que ingresen en México semillas genéticamente modificadas por los riesgos que estas entrañan para la salud, la biodiversidad y la economía campesina, y a que se pierdan variedades nativas de productos básicos como el maíz.
