El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ofreció ayer una cena a los jefes de Estado y de Gobierno participantes en la Cumbre de Líderes del G-20, que tuvo lugar en la Casa Blanca en Washington. (El Universal)
Buscan respuestas globales a la crisis financiera; participa también el presidente de México Felipe Calderón
Líderes de los 20 países desarrollados y emergentes (G-20) y representantes de organismos internacionales llegaron ayer a Washington para la cumbre económica que busca respuestas globales a la crisis financiera.
El presidente mexicano Felipe Calderón llegó a las 15:00 horas (tiempo local) a la Base de la Fuerza Aérea Andrews en Maryland, un estado vecino de la ciudad de Washington.
La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, quien arribó ayer por la mañana a Washington, sostendrá una reunión con su colega brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva para definir una postura común.
El mandatario estadounidense George W. Bush conversará con los líderes porque “ellos también tienen mucho en juego en cuanto a la economía”, dijo la vocera de la Casa Blanca, Dana Perino.
“Tener al G-20 aquí fue una buena idea porque representa a casi el 90 por ciento de la economía mundial”, anotó la vocera al indicar que es importante identificar las causas de la crisis para buscar las soluciones.
“Queremos coincidir en principios de reformas para después pedir a los grupos de trabajo que regresen con ideas específicas sobre cómo instrumentar los acuerdos que harán algunos de los líderes este fin de semana”, recalcó.
Perino dijo que “obviamente, estamos en medio de una transición de una Administración a la siguiente” y por esa razón hay un trabajo “muy cercano” con los asesores del presidente electo Barack Obama, que asume el poder el 20 de enero.
La reunión del G-20, que incluye además a España y Holanda invitados por la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), está previsto que inicie hoy a las 08:00 horas locales en el National Building Museum, el museo de arquitectura de la capital.
También estarán representados el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en la reunión del G-20, que entre las economías emergentes incluye a China, India, Argentina, Brasil y México.
Obama enviará a la cumbre a la ex secretaria de Estado, Madeleine Albright, y al ex representante republicano Jim Leach, para reuniones “no oficiales” con “amigos y aliados” del G-20.
‘ARMA DE DOBLE FILO’
La cumbre financiera del G-20 a realizarse hoy tendrá para el presidente George W. Bush, su promotor, el efecto de una navaja de doble filo sobre cómo la historia recordará los días finales de su gestión en medio de una crisis que prácticamente ha paralizado las finanzas globales.
Si los países más ricos y las más poderosas economías emergentes que conforman el grupo llegasen a algún acuerdo, por mínimo que fuera, Bush tal vez no aumentaría su popularidad, pero dejaría el cargo convencido, cuando menos él mismo, de que dio el primer paso para empezar a resolverla.
Si la reunión no aporta nada, la imagen del presidente republicano se habrá deteriorado aun más, nacional e internacionalmente, y los mercados globales reaccionarían con nuevas caídas, agravando no sólo la impopularidad del presidente sino también la realidad financiera que encontrará el presidente electo Barack Obama cuando lo reemplace el 20 de enero.
En la reunión participarán tres presidentes latinoamericanos: Felipe Calderón, de México; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil y Cristina Fernández, de Argentina. Los tres son los únicos miembros del G-20, creado por el G-7 de las naciones ricas hace ocho años como foro de un diálogo de intereses más amplios.
Se prevé que en sus discursos de hoy, los tres criticarán a los países ricos, especialmente Estados Unidos, culpándolos de la crisis por su falta de supervisión y fracaso de sus reguladores.
Sarkozy se promueve como líder
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha empleado la crisis financiera y la ausencia de liderazgo de Estados Unidos durante las elecciones presidenciales para atribuirse el rol de salvador del sistema financiero.
En su puesto actual como presidente de la Unión Europea, Sarkozy se ha asociado con el primer ministro británico Gordon Brown para proponer reformas a las finanzas mundiales. Además, ambos han liderado las acciones para estabilizar instituciones bancarias europeas y devolver la confianza a los mercados.
Sarkozy, conocido en su país como “El Norteamericano” a raíz de su admiración por la comida y hasta la cultura de Estados Unidos -algo insólito tratándose de un ciudadano francés- dice que gracias a sus gestiones, el presidente George W. Bush decidió ser anfitrión de una reunión cumbre este fin de semana. También ha presionado para una drástica reforma del sistema financiero, señalando que “no hay tiempo que perder”.
Según Sarkozy, lo que se requiere es una nueva versión de los Acuerdos de Bretton Woods de 1944 que crearon un orden financiero internacional para acoger al mundo de la posguerra, sentando las bases para el Fondo Monetario Internacional y para un régimen de cambio de divisas que duró tres décadas.
El jueves, Sarkozy dijo que el dólar estadounidense no puede seguir siendo considerado “la única divisa global”, como lo ha sido desde la segunda guerra mundial, y que “lo que era cierto en 1945, ya no lo es más ahora”.
