El director Sergio Tovar se estrena como director en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. (El Universal)
Cuando tenía 14 años, Sergio Tovar Velarde pensó en el suicidio. Tomó una cámara de video y comenzó a grabar desde su perspectiva lo que no le gustaba, para que los demás lo entendieran.
Finalmente, no pasó nada, pero esta etapa de su vida le sirvió para escribir hace un tiempo Aurora Boreal, su ópera prima, que se presenta en competencia en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
La cinta fue hecha en alta definición, situándose en 1994, el año de la devaluación, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia, y la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
“Tenía esa edad y decía que mi vida era una chin… no me gustaba lo que estaba viviendo, lo que era y dónde estaba, era un rollo en mi cabeza… Ahora volteo y digo: ‘qué estupidez’”, señala.
“Necesitaba que la gente viera por lo que estaba pasando, que lo vieran desde mis ojos y entonces se darían cuenta cómo me estaba sintiendo… ¡Sí hay muchas cosas autobiográficas en la película!”, explicó Tovar Velarde.
Así, en el filme está un señor de edad que nadie tomaba en cuenta y una madre con ciertas características. “Hay mucha situaciones parecidas, pero hay un rollo de ficcionalidad por ahí. Por ejemplo, el personaje es más carismático de lo que yo era”, expresó.
“(La película) entra en un género en el que a la gente no le disgusta, tiene muchos minutos de profunda soledad, pero no es una película oscura, hay mucho humor negro. La gente que decidió apoyarla es la misma que decidió hacerla desde el principio, la hizo porque creyó en ella”, añadió.