Los 11 policías y soldados colombianos liberados junto a Ingrid Betancourt son considerados en Colombia como “rehenes de segunda”, pero ellos tienen nombre y apellido. (AP)
Tras obtener la libertad, después de entre ocho y 10 años de plagio en poder de las FARC, todos lloran cuando recuerdan a sus compañeros llevando gruesas cadenas al cuello y pies.
Los 11 policías y soldados colombianos liberados junto a Ingrid Betancourt son considerados en Colombia como los “rehenes de segunda”, pero ellos tienen nombre y apellido y llevan por dentro sus propios dolores y esperanzas en el alma.
Tras obtener la libertad, después de entre ocho y 10 años de plagio en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y todos lloran cuando recuerdan a sus compañeros llevando gruesas cadenas al cuello y pies, arrastrándolas por la selva.
El mundo sólo tiene registrada la imagen de Betancourt, considerada como la emblemática sobreviviente del secuestro, pero casi nadie recuerda el nombre y apellido de los otros liberados y mucho menos de los 22 soldados y policías que se quedaron en la selva.
Juan Carlos Bermeo, Raimundo Malagón, Erasmo Romero, José Ricardo Marulanda, William Pérez, José Miguel Arteaga, Armando Flórez, Vaney Rodríguez, Jairo Durán, Julio Buitrago y Armando Castellanos fueron “secuestrados de segunda” y siguen en el anonimato.
Estos soldados y policías reciben atención médica en hospitales de la capital bajo estrictas medidas de seguridad, mientras el alto mando militar prometió darles un regalo de una semana de vacaciones con sus familias en cualquier sitio turístico de Colombia.
El comandante del Ejército, general Freddy Padilla, le pidió en forma personal al presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez que los condecore y la propia Betancourt solicitó en París que el Gobierno francés les “dé becas para estudiar”.
MENSAJE DE ALIENTO
En las pocas intervenciones públicas que han tenido, ellos están lejos de ver por su propio bien y sólo han pedido la liberación inmediata de los 22 compañeros y tres políticos que siguen en poder de las FARC en la selva.
“Quiero decirle a mis compañeros que tengan fortaleza y resistan los atropellos. A las FARC le pedimos que los liberen, que demuestren que tienen espíritu humanitario”, dijo el teniente Malagón. Ellos no quieren que a los otros secuestrados les pase lo mismo que a Luis Peña, conocido como “Peñita”, quien fue literalmente fusilado por un jefe de las FARC.
Los rescatados relataron que “Peñita” estaba muy enfermo y era un problema para las FARC, entonces el comandante Elí Mejía, alias “Martín Sombra”, ordenó fusilarlo.
Malagón recordó que “Peñita”, al enterarse que iba ser fusilado, intentó fugarse, “pero era imposible porque tenía tres cadenas puestas”.
El suboficial relató que “Martín Sombra” le reclamó a Peña su intento de fuga y “le pegó un tiro de gracia y al hueco. “Peñitaí está enterrado cerca de Los Pozos (sur de Colombia)”.
Los militares rescatados han asegurado que es un “dolor muy grande el saber que nuestro compañero fue muerto a manos de estos criminales”, por eso su principal deseo es la libertad de los que siguen encadenados y amarrados a los árboles.
LUCHA INCANSABLE
La activista humanitaria, Marlene Orjuela, que dirige una asociación de familiares de miembros de la Fuerza Pública en poder de las FARC, afirmó que la lucha por la liberación de los aun secuestrados será incansable.
“El mundo se ha movido contra el secuestro porque allí estaban Ingrid y los tres norteamericanos y nuestros soldados y policías siempre han sido secuestrados de segunda”, señaló Orjuela en declaraciones a Notimex.
Orjuela manifestó la esperanza de que con la liberación de Betancourt, los soldados y policías “dejen de ser secuestrados de segunda y pasen a primera. Que el mundo no olvide a nuestros soldados y policías”.
“Si las FARC humillaron a Ingrid, ¿cómo debe ser la humillación a nuestros familiares? Hay que seguir trabajando por un acuerdo humanitario”, subrayó la líder humanitaria al pedir que los plagiados dejen de ser simples números.
LOS RETENIDOS
Allá en la selva siguen retenidos desde el 21 de diciembre de 1997 los oficiales Libio Martínez Estrada y Pablo Moncayo Cabrera, los dos rehenes con mayor número de años en cautiverio.
Desde el 1 de marzo de 1998 están a manos de las FARC los uniformados Luis Arturo Arcía, Luis Beltrán Franco, Luis Moreno Changueza, Robinson Salcedo, Arbey Delgado Argot, Edgar Yesid Duarte, Álvaro Moreno y Luis Alberto Erazo.
La lista está conformada además por Elkin Hernández Rivas, Enrique Murillo, César Lasso, Luis Peña, quien seguirá en la lista de secuestrados a pesar estar enterrado en algún lugar de la selva, y Luis Mendieta, el único con rango de coronel.
Las FARC plagiaron el 12 de julio de 1999 a José Forero, Carlos Duarte, Wilson Medina, Jorge Romero y Jorge Trujillo, cumplirán la próxima semana nueve años.
Entre el 5 de agosto de 2000 y el 4 de marzo de 2007 fueron retenidos los políticos Oscar Lizcano, Sigifredo López y Alan Jara, así como el policía Guillermo Solórzano.
Pero casi nadie habla de ellos, son los rehenes de segunda.
Descarta Ingrid asistir a marcha por secuestrados
La ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt descartó ayer desde París, Francia, asistir a una marcha por los secuestrados en este país, y envió junto a sus ex compañeros de cautiverio un mensaje de esperanza a los rehenes de la guerrilla.
Betancourt y los 11 uniformados rescatados durante la Operación Jaque, que realizó el Ejército colombiano el pasado miércoles en las selvas del departamento del Guaviare, hablaron la madrugada de ayer en el programa radial “Las voces del secuestro”.
La ex candidata habló por teléfono desde París con el programa de la radio Caracol, que según sus propias palabras es muy escuchado por los rehenes, y dijo que no asistirá a la marcha que se realizará el próximo 20 de julio “por razones de seguridad”.
Indicó que su familia le pidió no asistir a la marcha, porque luego de seis años y medio de secuestro, cuando ya habían logrado estar juntos de nuevo, podría ocurrir “un atentado o cualquier cosa hiciera que lo que estamos tocando con las manos volara en pedazos”.
Betancourt envió un mensaje a los rehenes que aún están en poder de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y les dijo: “sé que muy pronto llegará la libertad”.
Los medios de comunicación colombianos se unieron en torno a la idea de generar una gran marcha para exigir la libertad de todos los cautivos, la cual se realizará el próximo 20 de julio, aniversario de la independencia nacional.
