La canciller de Ecuador, María Isabel Salvador, (izquierda) y el embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos, Camilo Ospina, participan en Washington, EU, en una reunión con los 34 estados miembros de la OEA en donde se debatió la crisis entre los dos países. (EFE)
Correa intensifica reclamos contra Colombia, mientas que Uribe amaga con demandar a Chávez ante la Corte Penal Internacional. Venezuela revira y acusa a Colombia de terrorismo de Estado y genocidio.
La crisis diplomática de tres países andinos pasó ayer a la arena internacional con una reunión extraordinaria de la OEA, la visita del presidente ecuatoriano a Lima y Brasilia y el anuncio de su homólogo colombiano de que demandará al gobernante venezolano, Hugo Chávez, ante la Corte Penal Internacional.
El Consejo Extraordinario de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió en Washington para analizar los reclamos de Ecuador por la violación de su territorio por tropas de Colombia en una operación contra guerrilleros de las FARC, mientras los presidentes de los dos países mostraron nuevos argumentos para justificar sus posiciones.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, que ayer comenzó en Lima una gira por cinco países latinoamericanos para buscar apoyo en sus reclamos a Colombia, recibió el espaldarazo de colega peruano, Alan García, paradójicamente el principal aliado del gobernante colombiano, Álvaro Uribe, en la región.
“Mi patria ha sido agredida, no hay argumentos que lo justifiquen”, aseguró Correa al afirmar que esto “sería causa de guerra” y que América Latina está viviendo “prácticas que creíamos superadas”.
Con esos comentarios, Correa volvió a cargar contra Colombia por la operación militar del pasado sábado en territorio ecuatoriano en la que fueron abatidos 21 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos el “número dos” y portavoz internacional de ese grupo, alias “Raúl Reyes”.
Correa rompió el lunes relaciones con Colombia tras expulsar al embajador de ese país, Carlos Holguín, y un camino similar siguió Venezuela, que expulsó al jefe de la misión colombiana en Caracas, Fernando Marín, aunque no ha declarado formalmente rotos los lazos diplomáticos.
Por su parte, Alan García indicó que para “poner un fin justo y honorable a esta circunstancia”, es necesario “que nuestro querido amigo, el presidente Uribe, extienda sus excusas al pueblo y el Gobierno ecuatoriano”.
García fue más allá y criticó a Chávez por inmiscuirse en los problemas entre Ecuador y Colombia.
“Un tercer país en este problema no hace bien (...) Venezuela, que no ha sido ofendida, que no ha tenido un acto de penetración en su territorio, no debería añadir incandescencia, ni palabras, ni hechos”, manifestó el presidente peruano.
Después de la reunión con García, Correa viajó a Brasil, país al que llegó anoche en la segunda etapa de su gira, que incluye también a Venezuela, Panamá y República Dominicana, aunque Nicaragua anunció ayer que el gobernante ecuatoriano también irá mañana a Managua, Nicaragua.
Mientras tanto en Bogotá, Uribe dijo que demandará a Chávez ante la Corte Penal Internacional (CPI) por su presunto apoyo a las FARC, basado en las informaciones encontradas en una de los tres computadoras de Reyes que fueron confiscados en la operación en que fue abatido y que, según Bogotá, también comprometen a Correa.
Según Uribe, Colombia se propone denunciar a Chávez “por patrocinio y financiación de genocidas”, y aseguró: “no podemos permitir que país alguno, que Gobierno alguno se solidarice y se convierta en cómplice de los terroristas”.
“Colombia jamás ha sido país de guerra con los vecinos. Nuestro único interés es la recuperación del orden público. No movilizamos tropas ni avanzamos (para) guerras”, señaló Uribe en referencia al despliegue militar ordenado por Ecuador y Venezuela.
Horas después, la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo colombiano, divulgó un comunicado en el que acusó también a Correa de dar albergue a terroristas en su país, y consideró que “debe asumir la total responsabilidad” de ello.
“El Gobierno ecuatoriano incurre en contradicciones al justificar sus reuniones con las FARC”, dice el comunicado colombiano, y añade que “Correa debe explicar los documentos de las FARC sobre acuerdos con su Gobierno, claramente violatorios de las resoluciones de Naciones Unidas”.
El anuncio de Uribe contra Chávez fue contestado por el canciller venezolano, Nicolás Maduro, quien leyó un comunicado en Caracas en el que calificó de “risible amenaza” la intención del gobernante colombiano.
Además el embajador de Venezuela ante la OEA, Jorge Valero, arremetió ayer contra Colombia, al señalar que no pueden permitir que “la lucha contra el terrorismo sea un pretexto para practicar terrorismo de Estado y genocidio”.
El embajador hizo estas declaraciones en el seno del Consejo Permanente de la OEA y calificó como una “grave violación” de la Carta Democrática de la OEA y del derecho internacional la ofensiva colombiana, en la que murió el “número dos” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Luis Édgar Devia, alias “Raúl Reyes” y otros 20 guerrilleros.
El Consejo Permanente de la OEA inició anoche un receso para negociar un acuerdo de resolución sobre el conflicto desatado entre Colombia y Ecuador, puesto que, de momento, los 34 países miembros del organismo no han llegado a un consenso.
Divulgan nuevos documentos de las FARC
La Policía colombiana divulgó ayer documentos que dijo haber conseguido en la computadora de un fallecido jefe de las FARC, en un inédito acceso a cartas y comunicados de esa guerrilla casi cincuentenaria.
La Policía difundió por correo electrónico 13 documentos, que suman 36 páginas y dos de los cuales ya habían sido revelados el fin de semana, luego que comandos militares y policiales colombianos mataran la madrugada del sábado en territorio ecuatoriano a Luis Devia, alias “Raúl Reyes”, uno de los siete miembros del secretariado o jefatura de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los documentos ofrecen un inusual acceso al lenguaje usado por las FARC, sus contactos, sus rendiciones de cuentas, sus problemas y los proyectos discutidos entre los jefes -incluyendo a su comandante y fundador Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”- sin ahorrarse críticas a su archienemigo el presidente Álvaro Uribe, pero también a sus aliados como el mandatario Hugo Chávez.
La misivas de Marulanda además salen al paso de insistentes rumores en los últimos meses sobre la muerte del legendario jefe rebelde.
Los documentos incluyen cartas fechadas en enero y septiembre de 2007, al parecer enviadas por Marulanda a los otros jefes consultándoles sobre “entrevistarse con el presidente Chávez clandestinamente” en territorio venezolano.
Al final de la carta de tres páginas, Marulanda advierte que “voy a utilizar la radio solamente para recibir y transmitir mensajes muy cortos de ahora en adelante, para evitar una matada (sic)”.
