El Siglo de Durango
Sombrerete, Zac.- Martín Ávila Martínez procedió a abrir con toda calma el auto Tsuru, se metió en él, hurgó a su antojo, pero fue descubierto in fraganti por una persona, y emprendió la huida.
Eran todavía las 8:00 de la mañana cuando Martín cometió su robo en la calle Allende, número 403, donde se encontraba estacionado el auto Tsuru de color gris, modelo 1994.
Ensimismado en su atraco y en revisar la guantera para encontrar algo de valor que le sirviera, Martín Ávila no se dio cuenta que una de las familiares, Alejandrina Gómez, de 28 años, había abierto la puerta de su casa y de disponía a salir.
Ya afuera vio a una persona que con toda calma revisaba en el interior del automóvil de su vecino y rápidamente procedió a darle aviso a gritos, pero éstos alertaron al ladrón, quien de inmediato se dio a la fuga.
HUIDA INÚTIL
Procedió a avisar al dueño del auto, Enrique Hernández, de 19 años, con domicilio en la ciudad de Fresnillo, en la calle Gobernación, número 1, quien a toda prisa salió para alcanzar al caco.
Fue a la altura de la disco Inquisición cuando le dio alcance y procedió a detenerlo y revisarlo y hacerle diversas preguntas, pero eso molestó a Martín Ávila, quien presa de la cólera lo agredió físicamente.
El afectado solicitó el apoyo inmediato de los elementos de la Dirección de Seguridad Pública, quienes procedieron a detener a dicho sujeto.
Al interrogarlo se supo que tiene su domicilio en la comunidad de Adolfo López Mateos, en la calle Zacatecas, número 21, y que había acudido a la ciudad expresamente a robar.