La manifestación incluyó la pinta de siluetas que simbolizaban a los caídos en los conflictos que vive Colombia desde hace varias décadas. (El Universal)
Desde junio de 2003 el embajador de Colombia en México denunció que las FARC operaban desde la UNAM.
La presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en México se remonta casi cinco años atrás.
A las FARC incluso se les han detectado dos lugares físicos donde sus allegados han mantenido actividades; uno de ellos en Ciudad Universitaria y el otro en un departamento de Diagonal de San Antonio en el Distrito Federal.
En junio de 2003 se dio a conocer una información relacionada con el conflicto diplomático que generó el embajador de Colombia en México, Luis Ignacio Guzmán, cuando acusó que las FARC operaban desde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En conferencia de prensa, el diplomático señaló que la guerrilla había abierto una oficina en la Facultad de Filosofía y Letras y mostró fotografías que presuntamente demostraban las actividades que simpatizantes del grupo mantenían en la máxima casa de estudios.
Sin embargo, la UNAM rechazó, el 11 de junio, “tajante y terminantemente” las palabras de Guzmán y las consideró “graves, superficiales, aventuradas e irresponsables”.
Esta declaración obligó a un comunicado posterior de ambos gobiernos diciendo que carecían de pruebas y finalmente al retiro del embajador Guzmán en 2004.
Por su parte, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que no tenía indicios, denuncia o investigación alguna sobre el caso. México y Colombia lamentaron “los inconvenientes que estas informaciones hayan podido causar a esa respetable institución universitaria”.
Se defienden los estudiantes
En un recorrido realizado a la UNAM, integrantes de grupos como Núcleo de Apoyo a las FARC, que se concentran en la Facultad de Filosofía, y del Frente de Lucha Estudiantil Julio Antonio Mella (FLE-JAM), en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, aseguraban que su trabajo es meramente de información, de intercambio de ideas y de debate para conocer la realidad en países como Colombia.
En esa dependencia universitaria –como en otras– se han formado los llamados “cubos” o “colectivos”, integrados por ex miembros de lo que fue el Consejo General de Huelga (CGH), señaló René González, consejero universitario de la Facultad de Filosofía y Letras y miembro del colectivo Coordinadora Estudiantil.
Ahora, decenas de estos personajes ocupan cubículos en instalaciones universitarias y defienden corrientes o “causas sociales”.
Un ejemplo de ello, el referido Núcleo de Apoyo a las FARC, el Frente de Lucha Estudiantil Julio Antonio Mella, cuyos cubículos fueron señalados por el embajador colombiano en México, Luis Ignacio Guzmán, como sitios donde presuntamente realizan actividades miembros de la guerrilla colombiana.
Integrantes del FLE-JAM, que pidieron el anonimato, reconocieron que sí difunden propaganda o folletos relacionados con el conflicto en Colombia.
Las FARC en México
En otro recorrido por el inmueble donde ocuparon un departamento por diez años los voceros de las FARC en Diagonal San Antonio 927 en la periferia del Centro de la Ciudad de México, habitantes del lugar señalaron que fueron siempre vecinos tranquilos.
No se metían con nadie, pero recibían frecuentes visitas de muchachos y de otras personas, dijo Adrián, uno de los conserjes del sitio que los sudamericanos abandonaron en mayo de 2002 por disposición del Gobierno mexicano.
A principios de 2004 el Gobierno de Colombia pidió una vez más a México reconocer a las FARC como una organización terrorista, denunció además que es más fácil que un miembro de la guerrilla obtenga una visa mexicana que un empresario o un estudiante.
El embajador de Colombia en México, Luis Ignacio Guzmán Ramírez, reiteró la denuncia de que en territorio mexicano operan miembros de las FARC y luego hizo un llamado a la Administración del presidente Vicente Fox, para cerrar las fronteras a estas personas.
A mediados de febrero, México pidió a Colombia retirar a su embajador en nuestro país, Luis Ignacio Guzmán Ramírez, por sus constantes declaraciones sobre la presencia de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el país.
En respuesta, el canciller Luis Ernesto Derbez habló por teléfono con su homóloga Carolina Barco para expresar el malestar de México.
Finalmente, el embajador de colombiano dejó su cargo el primero de marzo.
El 13 de abril de 2002 el presidente Andrés Pastrana, anunció que su homólogo mexicano Vicente Fox se había comprometido a cerrar una oficina de las FARC en territorio azteca.
“Tuve oportunidad de hablar con el presidente Fox. Ya comenzó a implementarse el cierre de la oficina de México que tenían las FARC”, indicó Pastrana, según información difundida por diversas agencias de información.