Nastia Liukin de los Estados Unidos, durante su actuación en las actividades de gimnasia artística femenil categoría individual que se desarrollaron el día de hoy como parte de los XXIX Juegos Olímpicos Beijing 2008. Liukin se adjudicó la medalla de oro en el evento. (Notimex)
Nastia Liukin salió de la sombra de su compañera y amiga Shawn Johnson al ganar hoy le medalla olímpica de oro de la prueba de ejercicios combinados de la gimnasia femenina, en la que Estados Unidos hizo el 1-2.
Liukin se pasó nerviosa mientras Johnson competía en la prueba de piso, la última del día, y aplaudió mientras su compañera realizaba piruetas por el aire.
Cuando se presentó la puntuación de Johnson y Liukin se dio cuenta que ella era la ganadora, sus ojos de llenaron de lágrimas y su padre y entrenador Valeri, un ex campeón olímpico, la abrazó durante varios minutos.
Liukin terminó con 63.325 puntos, más de medio punto por encima de Johnson, la actual campeona mundial, que se tuvo que conformar con la plata. Johnson terminó con 62.725 puntos.
La china Yang Yilin se quedó con el bronce.
Liukin y Johnson son amigas y rivales desde hace dos años, aunque Johnson ha ganado casi todo en ese lapso.
"Es sorprendente. No tengo palabras", declaró Liukin. "Esta es la culminación de un recorrido muy largo".
Curiosamente, su padre, Valeri, quien ganó dos medallas de oro compitiendo por la Unión Soviética hace 20 años, vivió situaciones muy similares ya que fue opacado por otros compañeros suyos en los ejercicios combinados.
"Es imposible describir lo orgulloso que me siento", expresó el padre.
El 1-2 estadounidense representó el primer revés de China en la gimnasia. Los chinos ganaron las dos pruebas por equipos y su astro Yang Wei se llevó el oro en los combinados masculinos.
Pero el desenlace no fue una sorpresa, ya que Johnson y Liukin son las figuras dominantes y eran las favoritas para pelear el oro. Johnson había vencido a Liukin en todas las competencias importantes, excepto una, en los últimos años.
La elegancia de Liukin en los momentos decisivos fue lo que marcó la diferencia.
Liukin tiene la clase de su madre, una ex campeona mundial de gimnasia rítmica, y la sabe usar, cautivando a la audiencia.
"Competí con el alma y el corazón. Pero Nastia mereció el oro", expresó Johnson.
Se comenta que la rivalidad entre ambas es tanta que no pueden ser amigas. Sin embargo, lo son, al punto de que comparten la habitación en estos juegos.
Liukin hubiera sido la favorita en Atenas hace cuatro años de no haber sido tan joven. Luego de esos juegos se la consideró la gimnasta con mejores posibilidades en Beijing, pero antes del mundial del 2006 sufrió una lesión que la molestó todo un año y por esa época apareció Johnson.
De repente, Liukin dejó de ser la niña mimada y quedó a la sombra de su compañera. Algunos dijeron que estaba acabada y que no debería competir en las pruebas combinadas sino concentrarse en las barras asimétricas y la de equilibrio.
Fueron precisamente las asimétricas las que le dieron el triunfo. En esas pruebas tiene la rutina más complicada del mundo.
