Barack Obama (izq.), presidente electo de EU, sonríe al lado de su esposa Michelle Obama y su fórmula vicepresidencial Joe Biden (der.) y su esposa Jill (2da. der.) tras pronunciar anoche el discurso en el que aceptó la victoria de elecciones en el Grant Park de Chicago, Illinois.
El candidato demócrata suma los votos electorales necesarios para asegurar su triunfo en los comicios presidenciales.
Barack Obama escribió su nombre con tinta indeleble en la historia estadounidense ayer al convertirse en el primer presidente de raza negra del país con una aplastante victoria sobre John McCain, impulsada por un mensaje de renovación política y social.
Obama rebasó los votos electorales (270) necesarios para asegurar su triunfo en los comicios presidenciales de Estados Unidos. Al cierre de la edición el demócrata sumaba 338 votos contra 159 de McCain.
El senador de Illinois, de 47 años, hijo de una mujer blanca de Kansas y de un padre negro de Kenia, explotó el profundo descontento que hay con el actual estado de cosas y prometió una nueva era de cambio y esperanza a lo largo de una impecable campaña electoral de 21 meses.
“Si hay alguien que todavía duda que en Estados Unidos todo es posible, que se pregunta si el sueño de los padres de la patria sigue vivo, que cuestiona el poder de nuestra democracia, esta noche tiene su respuesta”, declaró Obama en su primer discurso como presidente electo.
Hablando ante una multitud en un parque de Chicago, afirmó que el país enfrenta “los más grandes desafíos: dos guerras (en Irak y Afganistán), un planeta en peligro, la peor crisis financiera en un siglo”.
“Hay muchos que no estarán de acuerdo con todas las decisiones o las políticas que adopte como presidente, y sé que el Gobierno no puede resolver todos los problemas”, agregó. “Pero siempre seré honesto con ustedes acerca de los retos por delante”.
Obama cruzó una puerta abierta hace 145 años, cuando Abraham Lincoln, otro político de Illinois, concedió la libertad a los esclavos afroamericanos en medio de una sangrienta guerra civil.
Obama asumirá la Presidencia el 20 de enero, 43 años después de que se sancionó una Ley que anulaba una serie de requisitos que en la práctica impedían votar a los negros en muchos estados sureños.
La audaz decisión de Obama de dar pelea en estados que no votaban por los demócratas desde hacía tiempo rindió dividendos. Su triunfo se cimentó con victorias en los estados tradicionalmente republicanos como Ohio, Iowa, Florida y Virginia. En este último ningún demócrata se impuso desde 1964.
Obama se alejó de McCain en las encuestas al estallar la crisis financiera que sacude al país. Y asoció exitosamente a McCain con su correligionario Bush, quien es muy impopular.
El nuevo presidente electo irrumpió en la política nacional con un discurso electrizante en la convención nacional demócrata de 2004, cuando se preparaba para postularse al Senado y terminaba de dar forma a su mensaje de unidad en un país muy dividido.
Obama observó los primeros resultados en un hotel del Centro de Chicago y luego se fue a su casa a cenar con su familia, tras una agotadora campaña de 21 meses.
Los demócratas ganaban además bancas en las dos cámaras del Congreso y reforzaban su mayoría legislativa.
Joe Biden, compañero de fórmula de Obama, retuvo su banca senatorial en Delaware. En vista de que obtuvo la Vicepresidencia, esa banca será ocupada probablemente por una figura seleccionada por el gobernador demócrata de Delaware.
Una encuesta a boca de urna, aplicada por The Associated Press detectó que seis de cada 10 votantes en Estados Unidos mencionaron la economía como el problema principal del país. Ninguno de otros cuatro temas enumerados en la lista -energía, Irak, terrorismo o atención a la salud- fue elegido por más de uno de los 10 entrevistados.
Celebran parientes kenianos
La familia keniana de Barack Obama celebró jubilosa ayer, cantando “¡Vamos a la Casa Blanca!” al convertirse Obama en el primer presidente negro de Estados Unidos.
En la villa de Kogelo, donde nació el difunto padre del presidente electo, la Policía tenía una fuerte presencia para evitar que periodistas y curiosos ingresaran a la hacienda de la abuelastra de Obama, Sarah.
Pero la anciana y otros parientes salieron ayer a festejar por Obama en un país que ve al demócrata como un “hijo de la tierra”.
En toda África - donde Obama es muy popular- las personas se quedaron despiertas toda la noche o se despertaron antes del amanecer para ver por televisión los resultados de las elecciones estadounidenses. En la capital keniana, Nairobi, la gente gritaba “¡Obama! ¡Obama!” mientras se leían los resultados por televisión.
“¡Ganó!”, dijo Rachel Ndimu, de 23 años, una estudiante de negocios que se unió a cientos de personas en la residencia del embajador estadounidense para una fiesta electoral que comenzó a las 5 de la mañana. “Creo que es increíble, y todo el planeta lo está apoyando”.