El grupo de vecinos que se oponen a la construcción de un puesto de gorditas en la plaza Mariano Matamoros, lograron un amparo a favor para la suspensión definitiva de dichos trabajos, según expediente 6152008 del Juzgado Primero de Distrito.
El logro casi le cuesta la vida a Oralia Díaz Valero, quien fue golpeada con una pala y amenazada con un pico de botella el 1 de mayo en plena tarde, ante el resto de los habitantes del lugar.
Oralia ayer, junto a vecinas inconformes, con collarín y brazo vendado hasta el antebrazo para bajar la inflamación de los golpes y ocultar moretones, denunció que fueron los hijos de Martha Alicia Hernández García, quien es la dueña del estanquillo.
José Antonio y Edgar Díaz Hernández ese día se abalanzaron contra Oralia y un hermano, cuando medían el espacio que quedó de banqueta, -el cual se redujo con la edificación del puesto de gorditas-, con el fin de verificar el número de centímetros que les dejaron para el paso peatonal, “cuando los hijos de Martha Alicia nos pegaron hasta que se cansaron y lo peor, es que hasta me metieron a la cárcel, porque ahí calificaron el hecho como una riña, mas no como una agresión injusta”.
En compañía de Beatriz Gramillo Vázquez, quien se unió a la causa “por solidaridad y por ser mujer, porque no es posible que haya sido golpeada ella y su hijo, cuando los mismos policías de esta ciudad le quitaron a los hijos de Martha Alicia pala y picos y los encerraran”.