El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y el grupo nacionalista Al Fatah alcanzaron ayer un acuerdo de reconciliación bajo la mediación de Yemen, que permitirá definir el futuro de la Franja de Gaza.
El acuerdo entre las facciones palestinas fue establecido en Yemen entre el negociador de Hamas, Musa Abu Marzuk, y el representante de Al Fatah, Azam al Ahmed, luego de tres días de negociaciones en Sana´a, auspiciadas por el presidente yemení, Ali Abdulah Saleh.
Fuentes diplomáticas yemeníes, presentes en las negociaciones confirmaron el acuerdo firmado entre el movimiento islámico y el grupo del presidente palestino Mahmoud Abbas.
En el convenio titulado “Declaración de Sana’a”, la partes aceptan reanudar el diálogo y volver a las situaciones existentes antes de la toma de la Franja de Gaza de junio de 2001 por parte de Hamas y que Al Fatah considera ilegítima.
El acuerdo fue alcanzado después de que el mandatario yemení se reunió por separado con los dos representantes de las facciones palestinas por separado, según informes de prensa conocidos en esta capital.
En un último esfuerzo por lograr un compromiso sobre el futuro de la Franja de Gaza y Cisjordania, el presidente Abdulah Saleh inició hace una semana un acercamiento con las partes con miras a lograr un acuerdo de reconciliación para principios de abril próximo.
El plan impulsado por el Gobierno de Yemen propone que la Franja de Gaza retorne al escenario que había antes de que Hamas tomara por la fuerza el control de ese territorio palestino.
Además, la iniciativa prevé la convocatoria de elecciones, la creación de otro Gobierno y un refuerzo de las Fuerzas de Seguridad palestinas en líneas nacionales, de las que estén ajenas las facciones.
Hamas había condicionado la víspera la firma del acuerdo a tener el mismo trato en la ocupada Cisjordania, donde la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha destituido al Gobierno del movimiento islámico y ha detenido a varios de sus partidarios.
Al Fatah respondió que sólo acordaría dialogar con Hamas, si éste primero renunciaba por completo a su control sobre la Franja de Gaza, donde viven más de 1.5 millones de palestinos.