Los locatarios del Mercado Municipal temen cerrar sus negocios, pues las ventas no repuntan desde inicio de año, sostiene Gilberto Cabello Marín.
GUADALUPE VICTORIA, DGO.- La falta de empleo, la tardanza en la entrega del Procampo y la baja en las remesas enviadas desde Estados Unidos han generado una crisis económica que se arrastra desde inicios del presente año que igual le pega a los empresarios, comerciantes y obreros.
Situación.
En Guadalupe Victoria, en especial el Mercado Municipal, la cuesta de enero se ha extendido a la fecha; a decir del líder de los locatarios Gilberto Cabello Marín las ventas no repuntaron, las tiendas de ropa aún tienen el surtido de diciembre y la mercancía guardada es lo que los ha obligado a rebajarla al 50 por ciento para tratar de recuperar un poco de lo invertido.
De igual manera se ha dado el despido ya que de una plantilla de 150 personas entre trabajadores y patrones que laboran en el Mercado Municipal se ha dado el despido de por lo menos un 10 por ciento, y es que la crisis no está para menos ya que en promedio un locatario eroga en gastos de operación 14 mil 800 pesos por mes, divididos en renta, luz, agua, pago de empleados, entre otras cosas, lo que ha superado las entradas de los comerciantes por lo que por lo menos cuatro locatarios se están viendo en la necesidad de traspasar sus negocios o cerrar sus puertas de manera definitiva, hecho que se pudiera dar a la brevedad, según las palabras del entrevistado.
Alternativa.
De igual forma, comentó que hasta el momento los microcréditos que fueron prometidos desde octubre del 2007 por la actual administración no han llegado y eso pudiera reactivar un poco la economía; sin embargo, no han sido entregados.
Para la trabajadora de una zapatería, Dora Carmen Martínez Orozco, la situación es muy difícil no sólo por el aumento de precios en productos como el huevo, tomate, queso y pan, sino porque el salario no aumenta: al contrario, cada vez pierde más su valor adquisitivo poniendo como ejemplo que a inicios de año un kilo de tomate lo conseguía en ocho pesos y ahora se encuentra en 13 pesos; el pan que antes costaba un peso ahora se consigue en un pesos con cincuenta centavos, el huevo de 12 pesos a 14 pesos y muchas veces sus 750 pesos que gana por semana son insuficientes.
Otro ejemplo.
Jesús García González, jornalero habitante de Antonio Amaro y jefe de una familia de cuatro personas, comentó que con su salario de 150 pesos por día apenas alcanza para salir adelante; se tienen que hacer grandes esfuerzos para comprar un poco de ropa y solventar los gastos de los niños para la escuela. Sin embargo, se considera afortunado porque tiene trabajo seguro, ya que hay otras personas que no tienen tanta suerte lo que los obliga a emigrar hacia Estados Unidos.
En general, el sentir de los comerciantes es de incertidumbre, las ventas no repuntan pero los gastos para mantener el negocio siguen y en poco tiempo algunos locales podrían cerrar sus puertas.
RUBY MEDINA POSADA
EL SIGLO DE DURANGO
El resultado de las promesas aún no llega
Según palabras del presidente de locatarios, Gilberto Cabello Marín, los beneficios económicos que el Centro de Readaptación Social (Cereso) puesto en operaciones de manera reciente traería al mercado local no se han visto y de no buscar una solución entre la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), locatarios y comerciantes del mercado, Gobierno Municipal y empresarios las cosas podrían empeorar ya que se avizora despido de personal y el cierre de negocios.
