En lugar de adentrarse en historias del mundo real, los jóvenes optan por los personajes míticos, por los magos y por los universos desconocidos. (El Universal)
Por evasión o por aventura, los adolescentes prefieren la literatura fantástica.
En lugar de adentrarse en historias del mundo real, optan por los personajes míticos, por los magos y por los universos desconocidos donde los seres humanos alternan con especies que tienen reglas propias y necesidades distintas; aprecian las sagas literarias porque representan estancias largas en ese universo ficticio que los alberga.
En esos mundos paralelos tienen la posibilidad de vivir aventuras fantásticas, descubrir seres increíbles y mitológicos y meterse en la piel de los protagonistas, que son jóvenes como ellos, para situarse entre el bien y el mal; entre licántropos y vampiros; dragones y magos, o cofradías de caballeros que se adentran en mundos desconocidos o van al centro de la Tierra.
Aunque ninguna historia es de autor mexicano ni se acerca a la realidad nacional, los adolescentes han descubierto universos fantásticos en sagas literarias aparecidas en el país en poco menos de un año. Esas historias que generan mundos inabarcables para los jóvenes han generado páginas que nutren los propios lectores con blogs, videos, audios y textos en YouTube; habiendo interacción constante entre el club de fans.
Rodrigo de la Osa, editor de libro infantil y juvenil de Santillana, y Larisa Curiel, editora de literatura de Urano, coinciden en que los libros exitosos conjugan tres secretos: tienen historias fantásticas, los protagonistas son jóvenes que reflejan las necesidades de los chavos de su edad y son historias largas que les permiten estancias duraderas en esos universos paralelos.
De la Osa afirma que la autora logró meterse en la cabeza y en el corazón de una joven y eso genera la identificación de los lectores con el personaje, “pero tiene otros dos ingredientes: una historia de amor y un relato de aventuras...
“Las sagas dan la posibilidad de permanecer más tiempo en ese universo, se les abre un mundo impresionante con todos los detalles de los personajes, del universo y de las historias”.
Todas las sagas, que ocupan los primeros lugares en librerías, tiendas de autoservicio y otros puntos de venta son trilogías, tetralogías, pentalogías y heptologías.
Una de las más exitosas es la tetralogía de vampiros de Stephenie Meyer, integrada por Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer -los tres primeros están entre los 10 libros más vendidos y el cuarto lo lanzarán en octubre-, alcanzan tirajes de hasta 70 mil ejemplares y han generado una comunidad lectora que se reune para platicar de esa historia de vampiros y licántropos.
A finales de 2007, editorial Urano apostó por Túneles, el primero de una pentalogía escrita por Roderick Gordon y Brian Williams, en la que un niño y su padre hacen un viaje al centro de la Tierra y descubren a una especie distinta a ellos. El libro ha superado las 18 mil unidades vendidas en México y los lectores esperan Profundidades, segundo tomo de la saga editada por Barry Cunningham, quien descubrió el potencial de Harry Potter.
Otras de las sagas que han continuado la tradición de El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien; Las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis; Harry Potter de J.K. Rowling y La Brújula Dorada de Philip Pullman; son Éragon, de Cristopher Paolini, y Corazón de Piedra una tercia de obras escritas por Charlie Fletcher.
Muchas de esas obras son escritas por británicos; todas tienen buena recepción entre los jóvenes lectores que tienen la posibilidad de convivir con seres fantásticos en mundos paralelos distintos a este donde viven.
