Las calles del centro de la capital de Chihuahua lucen vacías desde que empieza a anochecer. Foto: Agencia Reforma
Los jóvenes estadounidenses ya no visitan los bares de Ciudad Juárez, Chihuahua, por temor a la inseguridad.
CIUDAD JUÁREZ, Chihuahua.- En la otrora famosa zona turística de la calle Juárez hacia el Puente Internacional Puerta del Norte, el turismo estadounidense renunció a la vida nocturna por el clima de inseguridad y violencia que enfrenta esta frontera.
Atrás quedó el recuerdo del éxodo de jóvenes menores de 21 años que acechaban las discotecas, centros nocturnos y bares en esta ciudad fronteriza para hacer lo que a su edad, no les está permitido en su país.
“El dólar está barato para ellos, pero aquí los gringos ya no vienen, porque allá en el Paso, Texas, les dicen que los pueden matar”, dice un solitario vigilante de un centro de baile.
Durante la medianoche en esta arteria hasta la calle 16 de Septiembre se respira el miedo. La Policía Municipal realiza constantes revisiones a autos y sospechosos.
“Estamos tristeando, no hay chamba”, comenta un mesero de un céntrico negocio nocturno.
En este año, tres personas fueron ejecutadas en la llamada zona Dorada del Pronaf, sobre la Avenida Lincon, donde se alojan discotecas, bares y restaurantes exclusivos, ahora semivacíos por la falta de clientes.
“No quisieron pagar la cuota a la ‘Línea’”, dice el empleado de un hotel cercano al lugar de los hechos.
Ante este clima de temor, el escaso turismo nacional que llega a esta comunidad recibe una advertencia de los administradores de los hoteles: “Si realmente no tienen nada que hacer en la noche, a partir de las 9, es preferible no salir”.
En el centro, los oferentes del Mercado Juárez, por la calle 16 de Septiembre, dedicado a la venta de artesanías, lamentan el desplome de la presencia del turismo extranjero.
“La verdad sea dicha, ellos están espantados, no quieren venir a México, piensan que la delincuencia los está esperando para asaltarlos”.
El miedo de la comunidad, de ser víctima de los grupos de narcos que se disputan la plaza, se refleja en las calles de está frontera cuando se oculta el sol, porque quedan prácticamente en el abandono.
Tal es el caso de las calles Juárez, 16 de Septiembre, Vicente Guerrero, Miguel Alemán y la Paz, antes concurridas y donde ahora disminuyó la afluencia vehicular.
Son las dos de la mañana en Chihuahua, capital, una camioneta doble cabina se orilla sobre la calle Victoria, donde proliferan las prostitutas.
Con los cristales abajo, el conductor exhibe entre sus piernas un rifle AR-15.
Otra escena cotidiana es la circulación de convoyes de hasta cuatro vehículos de lujo con vidrios polarizados custodiando al que va en frente.
Bares, discotecas y antros están casi en el abandono por la escasez de trasnochadores.
“Esto del narco creció en este año, mira las calles, no hay ningún alma, la gente realiza temprano sus compras, no quiere problemas, se cuida porque aquí es tierra de nadie”, considera un taxista.
PSICOSIS EN LA COMUNIDAD
Para Rodolfo Rubio, investigador del Colegio de la Frontera Norte, la comunidad enfrenta una psicosis por temor a ser víctima de los narcotraficantes y prefiere no salir.
“Hay un ámbito muy fuerte de pánico entre la gente, a lo mejor no en toda la sociedad en su conjunto, pero sí cada vez hay mucho más elementos que definen que la gente está asustada.
“Cuando entra la noche, es mucho menos la gente que se ve en los espacios públicos, mucho menos la cantidad de autos que están circulando”, comenta.
“Se trata de una psicosis que determinados sectores no lo aceptan como tal, para no vender una imagen negativa de la ciudad, pero parece ser que está más compenetrado en el sentir general de la gente”.
En las avenidas Triunfo de la República, Adolfo López Mateos y la Raza, donde se registraron eventos relacionados con el narcotráfico, dice, ha bajado la circulación de automóviles.
De acuerdo con los estudios realizados es el miedo, el que ha provocado un descenso de 40 por ciento en el flujo de inmigrantes que llegan a la frontera en busca de trabajo.
“Los fenómenos migratorios van a la baja, tanto de deportaciones como migrantes potenciales que llegan a la ciudad para intentar cruzar a Estados Unidos”, asegura el investigador.
Mañana: Emigran a El Paso, Texas