Los papás deben vigilar la alimentación de los niños
Un gran porcentaje del presupuesto familiar se destina a comida, pero ésta no siempre es nutritiva, advierte Profeco.
Porque los niños son los principales consumidores de comida “chatarra”, la Profeco exhorta a los padres de familia a vigilar la alimentación de los pequeños, pues de lo contrario su salud será afectada por enfermedades como la diabetes, descalcificación, caries dental, entre otras.
Sergio Lara Galván, subdelegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), consideró que uno de los derechos más importantes de los niños es una buena alimentación, y aunque un porcentaje considerable del presupuesto familiar se destina a la compra de comida, ésta no siempre es nutritiva.
El 30 de abril se celebra el Día del Niño, y de acuerdo al funcionario, la industrialización de alimentos va en aumento y como consecuencia los patrones de consumo se han modificado, y ahora las amas de casa optan por comida enlatada o congelada.
Dentro de los alimentos industrializados se encuentran los “alimentos chatarra” como las frituras, pastelillos y refrescos, que tienen como características principales escaso valor nutritivo; provocan obesidad; caries dental; irritación del aparato digestivo y falta de apetito; su precio es elevado por lo que no sólo deterioran la salud, también la economía familiar; y contienen grandes cantidades de grasa, carbohidratos y sal.
Sergio Lara Galván aseguró que los niños son los principales consumidores de este tipo de productos. “Desgraciadamente los padres toman la comida chatarra como hábito, por comodidad y como premio ‘si te portas bien te compro un pastelito, un refresco’, y no es lo más adecuado”.
La publicidad influye considerablemente en la preferencia del público, según consideró el funcionario, quien agregó que México es el país con el mayor número de anuncios televisivos de comida chatarra en horario infantil.
“Además la falta de educación e información en la población y principalmente en los niños nos hace sujetos vulnerables y fácilmente sustituimos los alimentos de alto valor nutritivo por los de bajo valor”, señaló.
Agregó que por lo menos un 70 por ciento de los pequeños que son hijos de madres de trabajadoras, acude sin desayunar a la escuela, sin embargo, sí llevan dinero para comprar lo que se ofrece en las cafeterías o en los estanquillos, que siempre venden alimentos de bajo valor nutritivo.
“El consumo excesivo de los alimentos chatarra incide seriamente en la salud provocando diabetes, descalcificación, caries dental, enfermedades cardiovasculares, donde se añade además la poca o nula actividad física de los menores”.
La Profeco, dijo, reconoce la importancia del derecho que tienen los niños a una sana alimentación porque les permite crecer y desarrollarse de manera adecuada. “No se trata de dejar de comer sino aprender a comer una dieta que sea suficientemente completa y equilibrada”.
Para Lara Galván, es compromiso de educadores, padres de familia, instituciones gubernamentales, Sector Salud, generar un ambiente más saludable para los niños, y la escuela debe crear conciencia entre los niños de que una buena alimentación es garantía de un crecimiento adecuado.
Efectos de la comida ‘chatarra’
Dentro de los alimentos industrializados se encuentran los “alimentos chatarra” como las frituras, pastelillos y refrescos, que tienen como características principales:
Escaso valor nutritivo.
Provocan obesidad.
Caries dental.
Irritación del aparato digestivo y falta de apetito.
Su precio es elevado por lo que no sólo deterioran la salud, también la economía familiar.
Contienen grandes cantidades de grasa, carbohidratos y sal.
FUENTE: Profeco