Familias de pepenadores de la Planta de Transferencia están en riesgo ante la falta de orden que existe en el lugar.
El Siglo de Durango
En peligro latente se encuentran 300 familias que trabajan en la Planta de Transferencia en la ciudad ante la falta de mantenimiento de la maquinaria que es utilizada para compactar la basura, lo que ha derivado en que los niños y los mismos trabajados hayan sufrido accidentes.
Son muchas las familias que en reiteradas ocasiones han informado a los responsables de este planta sobre las diferentes situaciones que ponen en riesgo la integridad de las personas que realizan la recolección de basura de este lugar así como los propios trabajadores municipales.
Sin embargo, no se ha encontrado eco cuando se ha solicitado que haya un mayor mantenimiento de la maquinaria que existe en el lugar, y ya en dos ocasiones el operador de la misma, por la falta de frenos del equipo, ha estado a punto de perder la vida.
ANOMALÍAS
Aunado a que son muchos los niños que se encuentran en un serio riesgo en el lugar, como lo manifestó un matrimonio de pepenadores que acude diariamente al lugar y quienes solicitaron el anonimato por temor a posibles represalias.
Conforme a los informantes, son muchas las anomalías que se presentan en esta planta, ya que aunque se tiene que contar con un permiso para realizar la pepena muchas personas no cuentan con autorización y se dedican a esta actividad.
Para ellos, lo más importante es que las autoridades municipales se den una vuelta por el lugar para que puedan constatar toda la serie de cosas que ocurren en este lugar que se encuentra en la mancha urbana y que ponen en riesgo a la seguridad de las personas que se dedican a esta actividad.
Accidentes
El operador de la Planta de Transferencia se ha caído en dos ocasiones de la máquina que compacta la basura y un adolescente de 12 años de edad sufrió recientemente un accidente; el responsable fue un camión que se dedica a la recolección de plástico y no se hizo nada para detener al responsable.
Aun cuando la joven presenta una enorme herida en el rostro, el chofer del vehículo no ha querido hacerse responsable de los gastos para la rehabilitación de la menor, quien también trabaja en este lugar.
Los pepenadores exigen que haya un mayor control sobre la forma en que trabajan los compradores de residuos orgánicos, además de que las autoridades pongan orden en lo que se refiere al funcionamiento de la Planta de Trasferencia.