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Los problemas que crean los hermanos menores…

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

Comentábamos ayer que muy probablemente en estos días, en pleno Siglo XXI, naciera un nuevo país… ¡y en la vieja Europa! Y dicho y hecho: el recién electo Gobierno de Kósovo declaró unilateralmente su Independencia.

Hasta el domingo Kósovo mantuvo un estatus muy peculiar: en teoría era una provincia de Serbia, pero era administrada y patrullada por tropas de la OTAN. La Alianza Atlántica se hizo cargo de ese pequeño y abrupto territorio desde 1999, luego que bombardeó a Serbia para que ésta detuviera la feroz represión que había desatado contra los kosovares.

Ahora bien: éstos son 90% albaneses, no hablan serbio, no son cristianos, no tienen nada que ver con el país al que en teoría pertenecían. Por lo tanto, uno podría pensar que tiene lógica que se separen de un estado que, para acabar de fruncir lo arrugado, siempre los ha tratado con desdén. Por ello, gran parte de la comunidad internacional ve con buenos ojos esa declaración de Independencia.

El problema es que Serbia se niega a aceptar esa amputación territorial. Según ellos, la independencia unilateral de Kósovo es ilegal, y no la aceptarán de ninguna forma. Pero eso no es todo.

Como siempre, las pretensiones de Serbia son apoyadas por quienes se ven a sí mismos como sus hermanos mayores: los rusos.

Serbia es un país mayoritariamente cristiano ortodoxo, como los rusos. Y fuera de Rusia, el serbio es prácticamente el único lenguaje que se escribe con el alfabeto cirílico… como el ruso. Además, étnicamente ambos pueblos son eslavos. De ahí la mutua identificación. Y por ello, los rusos tradicionalmente han considerado a los serbios algo así como hermanitos menores.

Y seguramente usted, amigo lector, ha tenido amargas experiencias con chiquillos sangrones, irresponsables y alebrestados, que se meten en líos nada más porque tienen hermanos mayores grandotes y consentidores. Y es lo que ha pasado con Serbia y Rusia con enojosa frecuencia: los serbios confían en que los rusos siempre les van a sacar las castañas del fuego. Aunque claro, el hermano mayor ha andado muy desinflado en estos últimos años.

De cualquier forma, tiene su asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia ya empezó a maniobrar para impedir que Kósovo ingrese al organismo internacional, y a poner todas las piedras posibles para que ese pequeño y paupérrimo país tenga que pasar las de Caín.

Claro que Rusia ya no es lo que era. Pero puede seguir provocando broncas y enojos. Falta ver cómo reaccionan Todas las Rusias. O algunas, total. Las cosas se pueden poner interesantes.

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