Son diferentes obras programas y proyectos que la pasada Administración Municipal impulsó como prioridad y que en el actual trienio han pasado a segundo o tercer término en importancia. En lo relativo a la organización de la Feria de la Ciudad los intentos del pasado trienio fueron destinados a sacar adelante y tener éxito en este compromiso, pero el actual Ayuntamiento decidió dar marcha atrás a la preparación de los festejos.
Inversiones, esfuerzos y acciones del anterior trienio quedan en el suspenso por ahora
El Siglo de Durango
Jerónimo no pierde las esperanzas de que algún día “cuaje” el Parque Industrial Ladrillero. Hace dos años creyó en las autoridades y aceptó su reubicación a cambio de desaparecer el quemador que tenía en la ciudad de Durango. Pero cada vez son menos los vecinos de Jerónimo: Han regresado a la mancha urbana.
A pesar de los millones de pesos que estuvieron de por medio, en seis meses la actual Administración capitalina confirma que no continuará varios de los proyectos, programas o estrategias que fueron prioridad y que en el pasado trienio significaron conflictos, desgastes y polémicas al Ayuntamiento.
La reubicación de obradores y la consolidación del Parque Industrial Ladrillero, por ejemplo, fue una de las banderas más importantes que enarboló la Administración de Jorge Herrera Delgado. Sin embargo, el actual Gobierno Municipal advierte que en breve ofrecerá una propuesta distinta para este tema.
En el mismo tenor están otras obras, como el rescate del paraje Tres Molinos y programas como el de promoción del Corredor Turístico La Ferrería-El Nayar-El Pueblito-Presa Guadalupe Victoria, los cuales van destinados al olvido.
Son diferentes acciones que hace unos cuantos meses eran la prioridad municipal, pero que ahora ya no lo son, como lograr el Récord Guinness con el caldillo durangueño más grande del mundo, o buscar con insistencia el éxito en la organización de la Feria.
ADIÓS
En el tema de la organización de las Fiestas de la Ciudad, igualmente, el anterior Gobierno Municipal hizo inversiones en recursos y en imagen para poder sacar adelante la Feria capitalina en unas nuevas instalaciones, lo cual implicó un importante desgaste público.
Sin embargo, en enero de este año el actual alcalde Jorge Herrera Caldera decidió poner fin a esa problemática recurrente del Ayuntamiento, al anunciar que la organización de la Feria pasa a manos del Gobierno Estatal.
Otro icono del pasado trienio fue la enorme cazuela donde se logró el Récord Guinness por la preparación de la sopa más grande del mundo, la receta fue del tradicional caldillo durangueño. Pero el logro de inscribir a Durango en el Libro de los Guinness quedó a la deriva, pese a la inversión y el esfuerzo.
TRES MOLINOS
La inversión para el enorme cazo fue de 89 mil pesos. El monto final para lograr el récord fue de casi medio millón de pesos. Pero el recuerdo de esa anécdota está escondido por algún sendero del Parque Guadiana.
Otro proyecto que tuvo una importante inversión municipal en la pasada Administración fue el del paraje ecoturístico Tres Molinos, al cual, tan sólo en el 2006 se le aplicó una inyección de un millón 746 mil pesos.
El Gobierno Municipal 2004-2007 informó que cerca de ocho mil personas asistieron a Tres Molinos durante la Semana Mayor del 2006, mil más que en el 2005. La cifra creció al igual que las inversiones en el 2007, pues faltaba un puente colgante, baños, etcétera.
CONTRASTE
Pero la Subdirección Municipal de Medio Ambiente reveló casi al finalizar la Administración que la llegada de visitantes al paraje ocasionó que se erosionara la tierra, exceso de basura no biodegradable y daños en la vegetación y fauna silvestre.
Para las vacaciones de Semana Santa de este año el actual Gobierno no ha hecho promoción del lugar hasta ahora. Tampoco ha anunciado posibles inversiones direccionadas al paraje.
EN CONTRA
“En una primera etapa se pretenden reubicar entre 177 y 200 ladrilleras, que actualmente están instaladas sobre la zona sur en la zona de influencia del Arroyo Seco, es decir, sobre las colonias Tierra y Libertad, Ley de Asentamientos Humanos, Arroyo Seco, Juan Lira y otras”.
“El Parque Industrial Ladrillero que potencialmente se construirá en El Vergel recibirá en una segunda etapa o en el mediano plazo a la totalidad de obradores que suman unos 340 ladrilleros, distribuidos principalmente en las zonas oriente y norte de la ciudad… La reubicación costará 12.8 millones de pesos cuando menos”.
Los párrafos fueron extraídos de una nota publicada por El Siglo de Durango el 29 de mayo del 2003. Todavía estaba al frente del Gobierno Municipal José Rosas Aispuro. Sin embargo, los anuncios y las inversiones millonarias continuaron durante los siguientes cuatro años y medio.
En septiembre del 2007 concluyó la Administración del sucesor de Aispuro, Jorge Herrera Delgado, y con ello se acabó la intención de consolidar al Parque Industrial Ladrillero, pues el actual trienio ha decidido ponerle fin a un proyecto que sigue inconcluso.
Recorrido
Ayer El Siglo de Durango hizo un recorrido por las instalaciones del Parque Industrial, las cuales lucen semivacías hasta ahora, pese a que el proyecto fue impulsado por dos administraciones municipales de manera continua: De 2002 al 2007.
En el recorrido imperaron las voces de reclamo porque las cosas no salen como les han prometido en el pasado; los productores se sienten desesperados porque el proyecto no acaba de cuajar, mientras la producción y venta de ladrillo sigue en apogeo en la mancha urbana de la ciudad.
En la agonía del pasado trienio, el 12 de agosto de 2007, Carolina Uriarte Rodríguez, en ese entonces directora municipal de Promoción Industrial, Comercial y Turística, reconoció que poco más del 50 por ciento de las ladrilleras –de un padrón detectado de 480- permanece en la mancha urbana.
La entonces funcionaria municipal resaltó que 155 obrajeros ya están reubicados en el Parque Industrial Ladrillero. Y de ellos, explicó que sólo unos 120 laboran permanentemente en el Parque, el resto trabaja por temporadas. Hoy son menos.
Por ello el malestar de quienes están laborando allá, porque algunos batallan para que se comercialice su ladrillo, otros ya no tienen más opciones pues vendieron sus quemadores en la ciudad y hay también los que creen que el Gobierno les falló.
