No espaciar la llegada de los hijos representa complicaciones en el cuidado de los mismos, ya que la lactancia materna se interrumpe de manera abrupta.
Espaciar la llegada de los hijos es un asunto vital para las mujeres, de no hacerlo afecta su salud y el cuidado de sus pequeños.
El tener hijos de un jalón no es lo más recomendable, ni para la salud materna ni para el desarrollo infantil.
De acuerdo con especialistas, es muy importante que la mujer, al término de un embarazo emplee un método anticonceptivo que le permita dejar pasar un tiempo recomendable antes de la llegada de un nuevo integrante a la familia.
Pero, comenta, algunas madres temen emplear métodos para el control de la fertilidad, ya que algunos contienen estrógenos y alteran la producción de la leche materna.
Atención de vida
Al dar a luz la mujer emprende el camino de la maternidad, su vida y su organismo sufren cambios importantes, debe dedicarse al bebé y es importante evitar un nuevo embarazo, al menos durante los dos años después del parto.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia advierte que cuando una mujer concibe antes de recuperarse de un embarazo se incrementan las probabilidades de tener un bebé prematuro o con bajo peso al nacer.
Los niños nacidos con un intervalo de menos de 24 meses no se desarrollan tan bien, física o mentalmente, como los que nacen con dos o más años de diferencia.
El médico gineco-obstetra precisa que no espaciar la llegada de los hijos representa complicaciones en el cuidado de los mismos, ya que la lactancia materna se interrumpe de manera abrupta, la mamá tiene que dividir el tiempo en su atención, situación que afecta sensiblemente el cuidado de los bebés.
Voz de alerta
Un estudio sobre planificación familiar en el posparto en la década de los 90, realizado por la Family Health Internacional, indica que se registrarían 10% menos muertes maternas en el mundo y menos de 500 mil muertes en niños durante el primer año, si se asegurara que todos los embarazos tuvieran intervalos mínimos de dos años.
Las madres deben saber que diversos estudios y organismos de salud apuntan que los anticonceptivos hechos únicamente con progestágenos -como Mirena- no afectan la cantidad ni calidad de la leche materna, al tiempo que ofrecen contracepción segura y eficaz.
Un gineco-obstetra explica que los progestágenos no ocasionan efectos nocivos en el crecimiento o desarrollo del recién nacido, así como tampoco afectan la lactancia. Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda a las mujeres utilizar esta clase de anticonceptivos a partir de seis semanas posteriores al parto.
