La defensa de la mexicana Lucía Morett y de dos colombianas sobrevivientes del bombardeo contra las FARC pedirá a la justicia de Ecuador revocar una orden de prisión emitida contra ellas, al señalar que carece de base legal y viola el debido proceso.
La abogada ecuatoriana Gina Solís, que defiende a las tres sobrevivientes, dijo que “no existen elementos que justifiquen el argumento” de que Morett y las colombianas “atentaron contra la seguridad del Estado” ecuatoriano.
La víspera, un juez penal de la provincia amazónica de Sucumbíos ordenó prisión preventiva contra Morett y las colombianas Martha Pérez y Doris Torres Bohórquez.
La solicitud fue presentada por el fiscal Wirmar Gonzabay, quien tiene a su cargo una indagación sobre el caso.
La providencia, sin embargo, no pudo ejecutarse porque las tres salieron de Ecuador hacia Nicargua, cuyo Gobierno les concedió refugio.
El fiscal basó su solicitud en el Artículo 147 del Código Penal ecuatoriano, que sanciona con reclusión de cuatro a ocho años al que “promoviere, dirigiere o participare en organizaciones de guerrillas, grupos de combate o grupos o células terroristas”.
La abogada Solís sostuvo que Morett vino a Ecuador en plan turístico y para realizar una investigación social, y que no participó de actos de la guerrilla o que hubiesen atentado contra la seguridad del Estado.
Existen nexos FARC-APPO
El “activista” mexicano Glen Cristopher Cerda Guajardo, reveló ayer en un centro de detención de migrantes en Costa Rica que existen nexos entre organizaciones políticas del Sur de México, como la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En una entrevista en San José, mientras intenta evitar ser deportado por tercera vez a México desde julio de 2006, Cerda aseguró ser uno de “33 mexicanos” que estuvo en el campamento de las FARC en Ecuador en el que pereció “Raúl Reyes”, número dos de la guerrilla colombiana, en el ataque lanzado el primero de marzo anterior por el ejército de Colombia.
“Existen células de las FARC en México, en diversas partes, en Centroamérica también, aquí mismo en Costa Rica”, afirmó, tras negarse a dar detalles y puntualizar que entró a suelo costarricense desde Nicaragua, donde sin éxito trató de contactar a Lucía Morett”.
, sobreviviente del ataque y refugiada en Managua”.