Su decisión de posar con poca ropa para una revista en 2006, así como desinhibirse en la puesta Los Monólogos de la Vagina, son dos de los grandes pasos que Ludwika ha dado en su carrera. (El Universal)
Nació en Cracovia. Siendo niña vino a México y se hizo famosa en la telenovela Carrusel. Ha hecho varios protagónicos en TV, posó con poca ropa para una revista y ejecuta en teatro unos gemidos de antología.
-¿Con cuál personaje de Los Monólogos de la Vagina te identificas?
Nunca me he identificado con ninguna de las mujeres que ahí aparecen, pero sí me conmueven quienes han sufrido abuso.
-¿Te identificas con la que gime?
Ja, ja. No, tampoco. Ella es un caso muy particular de una mujer a la que le gusta dar placer a otras mujeres, y no es mi caso.
-¿Ensayaste mucho para mostrar ese catálogo de expresiones de placer?
Al principio era difícil hacer esa parte, pero ya llevo muchos años; ahora lo disfruto y me divierto. Como actriz tienes que quitarte la barrera del pudor. No puedes tener miedo al ridículo, porque te privas de explorar muchas cosas.
-¿Qué te decidió a mostrarte con poca ropa en 2006?
Desde hacía mucho tenía ganas de cambiar la imagen de niña. Creces y has vivido muchas cosas. Era como explotar ese lado. A final de cuentas, lo hice porque me dieron ganas.
-¿Te marcó nacer en la ciudad donde surgió Juan Pablo II?
Yo creo que el lugar donde naces sí te marca de alguna manera, así como las vivencias y todo el bagaje que traes. A mí me tocó estar en Cracovia cuando él murió y fue impresionante.
-¿Eres católica?
Fui educada en esa religión y no la practico.
-Tengo entendido que crees en la reencarnación, ¿no?
Sí, sí creo.
-¿Cómo llegas a esa conclusión?
Igual que llegas a muchas cosas. En este tema en particular tienes cierta educación, católica en mi caso, y te das cuenta que no te acomoda. Buscas otras cosas. Yo empecé a leer, a informarme, a escuchar.
-¿Eres budista?
No, pero la idea de la reencarnación me gusta, tiene mucho sentido.
-¿Te sentiste conservadora cuando viviste en Londres y Nueva York?
No creo ser conservadora. Tampoco estoy en el otro extremo. Crecí en una familia con ciertos valores y cierta moral, pero liberal.
-¿De qué madera estás hecha?
Supongo que de alguna que es fuerte y maleable, pero a veces también se rompe.
-¿Te consideras privilegiada?
Sí. Tengo trabajo, salud, amor; muchas cosas que la vida me ha puesto y aprovechado.
-¿Te han dicho un piropo muy feo?
Muchos, pero no los guardo en la memoria.
-¿Te han insultado en la calle por ser villana en la tele?
Nunca.
-¿Ni cuando hiciste Carrusel?
Cuando hice esa telenovela, mi personaje se salía del estándar de los niños normales: alguien prepotente y un poco racista. En esa época yo tomaba clases especiales, sin dejar de ir a la escuela. Es una edad complicada para los niños entender que otro igual a ellos sea reconocido y esté sobresaliendo. Por eso creo que me molestaban.
-¿Qué película te hubiera gustado hacer?
Lost in Translation. Tal vez también el papel de María Antonieta, con todos esos preciosos vestidos.
-¿Aún falta que se cruce un buen director en tu camino?
Yo creo que sí.
-¿Recuerdas algún libro que hayas devorado?
Como Agua Para Chocolate. Yo tenía unos 12 años y me parecía tan prohibido que lo leí en uno o dos días.
-¿De qué sabor es tu paleta favorita?
Ja, ja. La de… en realidad no me gustan tanto las paletas, casi nunca las como.
-¿Te gustan los mojitos?
Sí.
-¿Alguna garnacha preferida?
No como nada de eso.
-¿Sabes cuánto cuesta un boleto del Metro?
No. Ahora sí me agarraste en curva.
Quiere trabajar con Gael
Ludwika Paleta mencionó que una de sus inquietudes es compartir créditos con Gael García Bernal en un largometraje.
Paleta, quien sostuvo un noviazgo durante su infancia con el reconocido actor de Amores Perros, ambos protagonistas en los inicios de los años 90 de la telenovela El Abuelo y Yo, sostuvo:
“En este año hubo reencuentros con amistades, no creo en las casualidades, por eso creo que volver a ver a algunos de ellos es para realizar un proyecto, por ello quiero trabajar con Gael en el séptimo arte”.
La ex esposa de Plutarco Haza, también presumió que tras cinco años de ausencia de la puesta en escena Los Monólogos de la Vagina, formará parte del elenco de esta propuesta femenina por una larga temporada.
“Es una obra que quiero mucho por eso acepté regresar, voy a dar funciones todos los lunes y martes de diciembre, así como los lunes de enero próximo”, concluyó Ludwika, quien posiblemente trabajará en esta obra de teatro al lado de su hermana Dominika.
