El bulevar La Libertad está proyectado en el Plan Director de Desarrollo Urbano con una longitud de 3 kilómetros. (Fotografía de Sergio Reyes)
Aunque fue trazado desde hace 10 años en el Plan Director de Desarrollo Urbano, el bulevar La Libertad se quedó como un proyecto más de vialidad. Concretarlo en la actualidad representaría una inversión estimada de 30 millones de pesos.
El paso del tiempo y el olvido de las autoridades lo convirtió en un gran ombligo cubierto de tierra, maleza y basura, rodeado por fraccionamientos de alta densidad poblacional, cuyos desarrolladores dejaron sin urbanizar el sector y construyeron miles de casas en medio de maleza y fauna nociva.
Para Ernesto Llamas, presidente local de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), “por unos no la debemos llevar todos, de ahí que las autoridades municipales deben exigirles cumplimiento a las personas que sólo les interesa vender casas, pero poco se preocupan por ofrecer servicios básicos y un entorno digno”.
La citada vialidad está planeada para una longitud aproximada de 3 kilómetros, desde Mieleras a la altura de la empresa Takata, hasta el edificio de Seguridad Pública. El interés de las autoridades por rescatarla resurgió a finales del año pasado, cuando se dio a conocer el proyecto de siete puentes denominado Sistema Vial Revolución (SVR), que sustituirá al DVR.
Uno de esos pasos a desnivel estaría en el crucero del bulevar Torreón-Matamoros con la calle Gilberto Rodríguez (frente al panteón Jardines del Tiempo). El Municipio propuso entonces que la obra se desplazara una cuadra al poniente para situarlo donde debe pasar el bulevar La Libertad.
Según Alberto Hermosillo, director de Desarrollo Urbano, “ahora la intención es echarlo a volar entre el Municipio y el Estado con recursos comprendidos dentro de los esquemas anuales de obra”.
Dice que la prueba de ese interés son las negociaciones que realiza el Municipio con los dueños de 6 viviendas de una pequeña calle situada a un lado de una vulcanizadora, única entrada al sector. Al retirarse de ahí se podría lograr una entrada de por lo menos 30 metros de ancho. Hermosillo reconoce que el bulevar se ha quedado incompleto en varias partes y realmente está desperdiciado.
Ernesto Llamas asegura que el bulevar La Libertad es una vialidad muy importante y las autoridades deben proceder con energía contra los desarrolladores que no han cumplido con la entrega de sus fraccionamientos. A lo que Alberto Hermosillo responde que “por lo pronto las autoridades municipales queremos hacer la primera etapa, desde el bulevar Torreón-Matamoros hasta la calle Venezuela con un ancho de sección de 30 metros en el fraccionamiento Latinoamericano”.
Según el director de Desarrollo Urbano, “la longitud de este bulevar es un rompecabezas donde se observa cómo algunos fraccionadores sí cumplieron con su parte de urbanizar el bulevar, pero otros no. El ancho de esta rúa es de entre 40 y 45 metros, tan sólo el camellón central es de 23 metros.
“Nada más observando el Plan Director de Desarrollo nos damos cuenta de la importancia urbana y vial que tiene este bulevar y que de hacerse lo podremos utilizar como una vía alterna para entrar a Ciudad Nazas o para no circular por el Periférico”, dice Hermosillo.
Para el funcionario, el desorden se debe a que “se ha ido desarrollando escalonadamente y anteriores administraciones no exigieron nada a los fraccionadores. Nosotros sí lo estamos haciendo, a los fraccionadores nosotros les pedimos que hagan su parte en esta urbanización”.
Sin embargo, el presidente de la Canadevi asegura que las autoridades municipales han sido tolerantes con algunos fraccionadores, lo que prácticamente les ha significado “manga ancha”.
Aniceto Izaguirre, director de Obras Públicas, informó que se mostrará al Comité Técnico del Impuesto Sobre Nóminas los avances de la primera etapa de construcción del bulevar La Libertad y para lo cual, “desde la anterior reunión nos autorizaron recursos por 6 millones de pesos”.