En tan sólo dos horas con 20 minutos se vendieron los 110 mil boletos para los conciertos que Madonna ofreció los pasados 29 y 30 de noviembre en México.
Madonna regresó a la Ciudad de México, después de 15 años, para ofrecer un par de conciertos en el Foro Sol (el 29 y 30 de noviembre) en los que logró reunir a 110 mil personas.
La visita de “La Reina del Pop” al Distrito Federal, en el marco de su gira mundial “Sticky & Sweet”, causó tanto revuelo desde los primeros rumores que auguraban el regreso de la diva al país, que la venta de boletos impuso un nuevo récord en México al registrar la adquisición de 10 mil boletos en tan solamente 22 minutos.
A lo anterior se suma el hecho de que en tan sólo 50 minutos se vendieron alrededor de 43 mil entradas para el concierto del 29 de noviembre, mientras que para el recital del 30 de noviembre se requirió hora y media, lo cual equivale a dos horas con 20 minutos, según datos de la promotora Ocesa.
Fiel al ambiente polémico que le rodea, Madonna llegó a México con “la mira” puesta sobre ella, pues semanas antes se anunció el rompimiento con su ex esposo Guy Ritchie, y un presunto romance con el beisbolista Alex Rodríguez. La diva llegó a México una noche antes de su primer concierto en el Distrito Federal, acompañada de sus hijos biológicos Lourdes María y Rocco, así como de su hijo adoptivo David Banda.
Lo curioso es que la visita de Madonna coincidió con la de Alex Rodríguez, quien ese mismo fin de semana de los conciertos de la cantante vino a la Ciudad de México para inaugurar el Centro Deportivo Telmex Bicentenario, invitado por el magnate Carlos Slim.
Durante sus presentaciones en el Foro Sol, Madonna tuvo poca interacción con el público, y sólo en la canción You must love me aprovechó para expresar: “Es una noche increíble, solamente puedo decirles, ‘gracias’. Esta es la mejor forma de iniciar una gira por Sudamérica”.
Ni sus errores geográficos, ni el uso de playback parece haberles importado mucho a los miles de admiradores de “La Reina del Pop”, quienes rindieron pleitesía a su ídolo durante la hora y media que duró el tan esperado espectáculo.