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Madres que trabajan por la Cultura

More Barret, Rosario Ramos y Silvia Castro al frente de su hogar así como del Teatro Nazas, Museo Arocena y Museo de la Revolución, respectivamente.

More Barret, Rosario Ramos y Silvia Castro al frente de su hogar así como del Teatro Nazas, Museo Arocena y Museo de la Revolución, respectivamente.

Por Yohan Uribe Jiménez

El Siglo de Torreón

TORREÓN, COAH.- Más allá del papel que una mujer juega frente a la sociedad, en La Comarca Lagunera grandes mujeres han hecho aportaciones innumerables a la cultura, como el caso de Pilar Rioja y Enriqueta Ochoa. En la actualidad la mayoría de las instituciones culturales laguneras, son encabezadas por mujeres, muchas de ellas son madres que tienen que dividir su tiempo y sacrificar a su familia, porque si algo demanda tiempo es la cultura.

Lo que tienen en común More Barret, Rosario Ramos, Laura Eraña, Claudia Máynez, y Silvia Castro, no es que carguen sobre sus hombros el peso de una institución fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad, lo que las hace similares, en trabajo y grandeza, es que son las responsables de dirigir las riendas de la institución más difícil de manejar, “la familia”. Promotoras culturales, creadores, directoras de instituciones, pero ante todo, madres.

Muchos son los antecedentes de la celebración del día de la madre en el mundo entero. Inglaterra en el Siglo XVII, con el Domingo de Madres, en honor a las progenitoras inglesas; en Estados Unidos cuando en 1872, Julia Ward Howe, compositora del himno de la batalla de la república, dedico este día a las madres y la paz; o el anuncio del ministro norteamericano Woodrow Wilson en 1914. de hay se desprenden muchas celebraciones, ¿Pero cómo es el día de la madre para las titulares de cultura en la región?.

Mis dos hijos nacieron en el teatro

More Barret, titiritera, actriz de teatro y fundadora de la compañía Guiñolajax, con la que montó alrededor de 10 obras de títeres, que se presentaron en festivales locales, nacionales e internacionales, ha trabajado en la Secretaría de Educación Pública Federal, en la Dirección de Promoción Cultural, ha dirigido el grupo de teatro del ITESM-Campus Saltillo, también fue directora del Teatro de la Ciudad Fernando Soler , en Saltillo y directora de Actividades Artísticas y Festivales, del Instituto Coahuilense de Cultura.

Madre de dos hijos que como ella define “son el motor de su vida”, actualmente es la directora del Teatro Nazas. Un trabajo que considera apasionante, y que requiere mucho tiempo para mantenerse actualizado, en su trabajo las ramas están divididas por una línea muy fina entre lo técnico y lo humano. Sin embargo subir al escenario de la vida, su pasión y sus hijos, la han llevado a ser aplaudida por su mejor público, la familia.

“Mi familia siempre ha estado vinculada al teatro y al arte, cuando Alejandro nació yo ya trabajaba con títeres, así que él aprendió a construirlos, actuó conmigo en varios montajes y ahora es un muy buen espectador de teatro, un melómano sin remedio y adorador de las artes visuales, aun cuando lo que el estudia pensaríamos que no tiene nada que ver con el arte. Y María, nació en un momento en el que ya estaba yo muy involucrada en la administración cultural a distintos niveles y combinaba en ese entonces, la academia, el teatro, la dirección escénica y los títeres, así que ella, prácticamente nació en el teatro, asiste a todo lo que puede, le encanta bailar, pintar, la música, la lectura, y los museos”.

Hasta en su literatura esta la familia

Rosario Ramos, escritora, editorialista, maestra y promotora, fue Directora General de Servicios Educativo-Universitarios, en la Universidad Iberoamericana Laguna, Directora del Museo Regional de La Laguna, y autora de los libros La maquina de cocer, Ya no hay Trenes y varias antologías en las que su trabajo literario hace presencia. Es miembro de la Sociedad de Escritoras de La Laguna. Actualmente es la directora de una de las instituciones culturales con mayor presencia en la Laguna, el Museo Arocena.

Igualmente una mujer que ha lo largo de su vida ha tenido que dividir su tiempo entre el trabajo y la familia, no solo por las ocupaciones que como promotora cultural ha desarrollado en la región, sino por que combinar la creación literaria con la titánica tarea de educar a tres hijos, requiere un doble esfuerzo, que lo trasmite a través de cada pagina que escribe, en donde las historias derivadas de las experiencias familiares muestran el valor que para la escritora y promotora tiene la familia.

Mis hijos disfrutan sobremanera mi trabajo

Silvia Castro, es abogada a pesar de que su interés siempre fue por la Historia y Letras, ha sido maestra principalmente de Historia de México. Realizó una Maestría en Historia, y trabajo en el Archivo Histórico de la Universidad Iberoamericana Laguna, actualmente es la directora del recién inaugurado Museo de la Revolución. Madre de dos hijos comenta que este día de la madre le gustaría que le regalara, las cartas o el diario de algún residente de La Comarca Lagunera en tiempos de la Revolución, “no soy exigente podrían ser copias”, agrega.

“A mi esposo le agrada que yo trabaje en lo que me gusta. Dice que estoy de mejor humor aunque esté cansada. Mis hijos disfrutan sobremanera el que yo trabaje en el Museo. En muchas ocasiones, ellos son mis compañeros en archivos y bibliotecas y le han tomado gusto a estas lides. Creo que el mayor reto que tiene cualquier madre es educar a sus hijos y ayudarlos a ser personas útiles y felices. Trabajo en esto porque todo lo que se relaciona con la historia, en especial la de mi región es mi pasión. Quisiera que mis hijos descubran lo maravilloso que es trabajar en lo que nos gusta, el trabajo se convierte en diversión”.

En ocasiones desplazo a mi familia

Claudia Máynez, Durante 11 años fue la titular del Centro de Actividades Estudiantiles y Culturales de la Universidad Iberoamericana Laguna. En este tiempo, aparte de coordinar los talleres artísticos y otras funciones, logró que la Muestra Internacional de Cine llegara a Torreón, durante 18 años estuvo a cargo del Festival de la Canción de la Esperanza y realizó, desde 1996 hasta su retiro de la Universidad a finales del 2005, la Feria del Libro en Torreón.

Actualmente es la directora del Teatro Isauro Martínez, en el que gestionó la construcción de la recién inaugurada Galería de Arte Contemporáneo, es una convencida de que las artes, cualquiera que sean, abonan a la formación integral del sujeto, lo autodetermina y hacen crecer su personalidad. Como madre cree en la responsabilidad de formar a los hijos como seres humanos de calidad, lo que la impulsa a trabajar con pasión en la promoción de la cultura como un gran bien.

“El trabajo en el teatro es muy demandante, sin horarios y en ocasiones, tengo que confesarlo, he desplazado a mi familia a segundo término cuando mi responsabilidad en el trabajo que desempeño me lo demanda. Mi esposo y mis hijos respetan mi trabajo, saben que hago lo que me gusta, que forma parte de mi proyecto de vida, sin embargo en ocasiones, Claudia mi hija que suele ser la más exigente, me ha dicho… ah pero si se tratara del teatro… Las nietas se refieren al teatro como si fuera mi teatro”.

En las parejas debe haber complicidad

Laura Eraña, Licenciada en Educación, con Maestría en Administración y en Educación con especialidad en Relaciones Internacionales. Ha dirigido y promovido varias actividades culturales y artísticas desde distintas instancias. Es miembro del Patronato del Teatro Isauro Martínez desde 1993, fue directora del mismo Teatro durante 6 años, promoviendo desde ahí la librería del Fono de Cultura Económica, actualmente es la directora del Instituto Coahuilense de Cultura Laguna.

Convencida de que lo más difícil, para cualquier persona, no sólo para quienes trabajan en Cultura, es conseguir la felicidad en la vida. Comenta que Para la cultura japonesa la felicidad se encuentra en ese momento donde parece que “no pasa nada”. Recuerda una vez que me llevó a casa material promocional de una campaña cultural. Salió a trabajar, y cuando regresó se encontró a una de sus hijas de seis años, ¡vendiendo los artículos promociónales! (camisetas, plumas, etcétera) a quienes pasaban. ¡Todo a 2 pesos!. Una muestra de hasta qué punto está insertada su profesión laboral con la familiar.

“Mi esposo está tan de acuerdo que yo trabaje fuera de la casa, como yo estoy de acuerdo que él trabaje fuera de casa. A él le gusta verme realizada, con proyectos, activa y sobre todo feliz. Y sí, todos hacemos las cosas para que en la casa tengamos lo que necesitamos. A veces yo no puedo recoger a una de las niñas porque tengo una reunión o alguna cosa, pues él la recoge, o si yo no puedo pasar a comprar algo que hace falta, él pasa. Me parece muy importante que en las parejas no se pierda esa complicidad. Sólo así se puede salir adelante. Uno es parte del otro. Y el trabajo es una parte importante de cada uno”.

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