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Males del corazón y del alma

LA DEPRESIÓN Y LA ANSIEDAD TIENEN GRAN IMPACTO EN EL CORAZÓN

Se ha determinado que la depresión es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiacas.

Se ha determinado que la depresión es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiacas.

El Universal

En el pasado se pensaba que las emociones surgían del corazón; sin embargo, diversos estudios han demostrado que este órgano es víctima de las dolencias del alma como la depresión y la ansiedad.

Estos dos padecimientos van de la mano de las enfermedades cardiovasculares, pues cada afección de la mente se extiende al corazón, señala el doctor Charles B. Nemeroff, profesor y presidente del departamento de Siquiatría y Ciencias de la Conducta de la Universidad de Emory.

El especialista comenta que aproximadamente 30% de los pacientes con problemas isquémicos del corazón presentan estas dos afecciones sicológicas.

La relación entre cerebro y corazón está íntimamente ligada; se sabe que el envejecimiento de las arterias trae aparejado el envejecimiento precoz del cerebro.

Ahora se ha determinado que la depresión es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiacas, por ello el tratamiento precoz de ambas puede mejorar significativamente la mortalidad debido a problemas vasculares.

También se ha determinado que si la depresión se suma a la patología coronaria, se incrementa el riesgo de empeorar la cardiopatía, por ello se ha considerado tan riesgosa como la dislipidemia, afirma el catedrático.

Es posible determinar que la enfermedad cardiovascular se presentan con más frecuencia en pacientes maniaco-depresivos, refiere Nemeroff.

Los pacientes con depresión tienen un alto riesgo de padecer enfermedad isquémica coronaria fatal y no fatal.

Además se comprobó que las personas deprimidas tenían cuatro veces más tendencia al suicidio después de haber tenido un infarto.

Asimismo el estrés afecta al sistema endócrino, con ascenso de la hormona cortisol y por consiguiente la frecuencia cardiaca que incrementa el nivel la agregación de las plaquetas sanguíneas (coagulación) y la descarga de mediadores de inflamación.

Los efectos depresivos son tan fuertes que inhiben los efectos de la aspirina

Sin embargo, la atención de la cardiopatía debe ir de la mano de la atención de la depresión, pues no se deben prescribir antidepresivos tricíclicos porque puede afectar el funcionamiento del corazón, concluye.

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