Algunos síntomas que deben alertar son: dificultad para seguir instrucciones, tareas inconclusas, pérdida frecuente de juguetes, lápices o libros, correr excesivamente.
El TDAH es un problema de muchos niños y resultado de un desequilibrio bioquímico en el sistema nervioso central, que puede ser controlado.
La primera tarea a la hora del regreso a clases consiste en revisar la salud de los niños y adolescentes, pues en ocasiones sufren para aprender debido a que son víctimas de ciertas enfermedades.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un verdadero tormento entre los pequeños estudiantes.
En muchos casos, los padres de los pequeños no lo saben y tampoco lo detectan los maestros. Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que el TDAH lo padecen cerca de 1.5 millones de infantes mexicanos y que a escala mundial lo sufre 5% de la población.
Algunos síntomas que deben alertar son: dificultad para seguir instrucciones, tareas inconclusas, pérdida frecuente de juguetes, lápices o libros, correr excesivamente, habla excesiva y emitir respuestas antes de que termine la pregunta.
El trastorno se debe a un desequilibrio bioquímico en el sistema nervioso central, supeditado a tres neurotransmisores; dopamina, serotonina y adrenalina o por algún daño en corteza cerebral.
Afecta en todas las edades, pero es más evidente en la infancia, con tres síntomas cardinales: impulsividad, falta de atención o concentración y, el más evidente, hiperquinesia o inquietud sicomotriz.
Darse cuenta de que el síndrome es una realidad, es el primer paso hacia su control. Se ha observado que un niño no diagnosticado o sin tratamiento, puede ser un adulto desorganizado, distraído, impulsivo, ansioso e inadaptado, lo que frecuentemente lo orilla a alguna adicción.
Sobre el tratamiento comenta que la atención integral es la mejor y se brinda mediante sicoterapia, orientación a los padres y sobre el uso de fármacos. En la mayoría de los pacientes con TDAH se controla o difumina en la adolescencia, gracias a la maduración del sistema nervioso central. Pero en 30% de los casos persiste hasta la vida adulta.
Medicamentos y más
Explicó que el IMSS cuenta con neurotransmisores que ayudan a transferir mensajes entre las neuronas cerebrales, sustancias como: metilfenidato, anfetaminas que estimulan los centros de atención del cerebro y otros como atomoxetina.
La trabajadora social María de Lourdes Martínez Fonseca dice que la atención clínica se refuerza con información a los padres sobre el padecimiento y cómo controlarlo.
Hablar de la situación tiene un impacto positivo. La experta del IMSS cometa que en las sesiones con padres se estudian distintos temas: conceptos generales, tratamiento, rutina de actividades diarias, solución de conflictos, recomendaciones para la escuela y profesores.
La familia a menudo está exhausta y frustrada, de ahí que los talleres son de gran ayuda para lidiar con el TDAH, los padres comprenden que la impulsividad y la distracción de los niños es inherente a ellos y logran manejar las situaciones difíciles, aprenden a poner limites y crear hábitos.
Atender el TDAH es decisivo en la vida, ya que tiene repercusiones en el proceso de enseñanza-aprendizaje, debido a que la atención es un elemento crucial para asimilar conocimientos en el ámbito escolar y es perjudicial en la adaptación y socialización del niño.