Ellas son las mejores amigas: Rosita de Granados y sus hijas Gabriela y Rosa María, al igual que su nieta Mariana Díaz Flores.
EL SIGLO DE TORREÓN
Extraordinaria, firme, desinteresada, incondicional, así es mamá. No cabe duda que la relación entre madre-hija es especial y muy importante para la vida de ambas. Sin embargo cuando las dos se llevan de maravilla, el trato puede convertirse en la más grande amistad.
Para la señora Rosa María L. Granados la relación que lleva con sus hijas Gabriela y Rosa María, es estupenda. “Soy una afortunada y con suerte, pues desde que ellas estaban chiquitas nos hemos visto muy bien, bendito sea Dios. Mi familia es pequeña pero muy unida, estoy feliz y encantada con las dos, es lo más hermoso que me pudo haber pasado, somos súper amigas nos acompañamos a todos lados, hasta en el súper” dice la orgullosa madre.
Si bien una de las responsabilidades más hermosas, importantes y exigentes del mundo es la de ser madre, por ello desde niña Rosa María pensó que algún día iba a realizar este papel “nunca me imaginé quedarme soltera, mi ilusión fue tener una familia con hijos y en caso de no poder tener buscar el modo de adoptar uno” comentó. Así es que hoy y siempre, faltarán adjetivos para definir el amor tan inmenso que sienten por sus hijos ¡Felicidades!